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No es política, es mafia
Se pelean Luis Antonio Tatoa Cáceres con Jimmy Galán y Martin Ricardo Rincón.
Jueves, 16 de Julio de 2015

Se pelean Luis Antonio Tatoa Cáceres (funcionario de la alcaldía de Cúcuta) con Jimmy Galán (secretario General de la alcaldía suspendido mientras se adelanta una investigación en su contra por unos contratos que ascienden a más de 11 mil millones de pesos, y faltan todavía otras 15 quejas que Cúcuta Ciudad Verde ha elevado en su contra) y Martin Ricardo Rincón (contratista, exfuncionario de la pasada administración, pastor evangélico, con más procesos en su contra que virtudes, es decir, una maravilla).

Una maravilla que se peleen entre ellos. Si estuvieran presos y en el mismo patio no se pondrían con tanto formalismo sino que, en un arrebato de espíritu callejero, cada uno expondría sus conocimientos en materia de seguridad, y pasarían del civismo a la acción: Tatoa se amarra una toalla en el brazo; Jimmy Galán saca una puñaleta; Martín Ricardo esgrime la quijada de un asno. Y como en la peleas de la mafia, ahí no se pierde puñalada.

Todo comenzó porque Jimmy Galán y Martin Ricardo vienen ejerciendo presión para que Tatoa apoye la candidatura de David Castillo (investigado por publicidad extemporánea) exsecretario de gobierno y hombre de confianza de Donamaris.

David Castillo está inhabilitado para ser candidato porque fue alcalde encargado y ejerciendo funciones firmó un contrato con la secretaría de Cultura por 700 millones de pesos. ¿Sabe David Castillo que está inhabilitado? ¿Sabe David Castillo que la denuncia por su inhabilidad ya está en la Fiscalía, Contraloría y Procuraduría?

Y si lo sabe ¿por qué recibe dineros para su campaña? Y si no lo sabe ¿por qué Jimmy Galán y Martin Ricardo no le informan? Ah, claro, es que todos ellos vienen de la escuela de Donamaris, en la que se especializan en pasarse por la faja las leyes.

Quieren llevar a David Castillo a la alcaldía y a un hijo de Martín Ricardo al Concejo. Tatoa denuncia la presión. El par de bellezas a su vez denuncian a Tatoa y, automáticamente, el denunciante pasa a ser denunciado. Y todo queda en anécdota.

Mi opinión es que todos deberían ir presos. Tatoa por bobo: sabe muy bien cómo es Donamaris y sin embargo, el día en que se posesionó como director de la Oficina del Sisben, aceptó firmar una renuncia en blanco con la que ahora lo chantajean. Y el resto, presos también, por ávaros, ineptos, corruptos, tramposos.

El ejemplo que están dando a la ciudad con la forma como hacen política permite presagiar que Cúcuta en pocos años será un montículo de escombros, una ciudad arruinada, mientras unos exfuncionarios vivirán a sus anchas, celebrando en San Isidro, y perpetuándose en el poder como quiere Donamaris en pechos de David Castillo.

Es fácil suponer que la presión contra Tatoa la ejercen igualmente con las demás secretarías. Lo que pasa es que Tatoa ha sido el único que la ha denunciado porque también él, tiene intereses políticos. Eso ha sido así toda la vida. No estamos, señoras y señores, en una campaña electoral; estamos asistiendo a una puja entre mafias. No es política, es mafia.

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