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Los cazafantasmas
La llegada por tercera vez del Grupo Élite de tránsito para combatir a los infractores del Código Nacional.
Jueves, 24 de Noviembre de 2016

Anunció el comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, el coronel Yecid Arango, la llegada por tercera vez al área metropolitana de Cúcuta del Grupo Élite de tránsito para combatir a los infractores del Código Nacional. Fueron cerca de 8.500 los comparendos aplicados por distintas infracciones en las dos oportunidades anteriores, afirmó el coronel.  

Particularmente, en escritos anteriores, aplaudí y seguiré aplaudiendo las medidas que toman estos patrulleros para vigilar el cumplimiento de las normas viales, si se hace con mesura, sin exagerar la nota como ha venido sucediendo en muchos casos de los que hemos tenido conocimiento. Como ejemplo voy a relatarles uno de tipo inquisitorio que sucedió en nuestra parroquia, del cual tengo la evidencia si el coronel la quiere constatar.
Y digo que tengo la evidencia por cuanto ahora están muy dados los afectados por alguna clase de comentarios en el periódico, solicitar retractación del periodista o columnista so pena de demandas por injuria y calumnia.

De modo que ante estas experiencias en cabeza de mis colegas, este columnista que por 20 años  de estar escribiendo en esta casa no ha sido conminado a retractarse siquiera por una coma mal puesta, a estas alturas del partido se procede con mucha más cautela. Un amigo que se desplazaba en su vehículo particular por una de las vías de Cúcuta, el viernes 18, en horas de la noche, fue  requerido por los motorizados del grupo élite para que presentara los documentos que se deben portar de conformidad con las normas legales.

El amigo le presentó todos los documentos solicitados menos uno, el certificado vigente de revisión tecnomecánica pues tenía unos días de vencido. Sin embargo, le presentó el recibo de pago de la revisión y una constancia en la que le daban 15 días de plazo al conductor para que mejorara un detalle que tenía el vehículo y una vez subsanado el mismo le darían su certificado previamente  cancelado.

No hubo poder humano para persuadir a los agentes y procedieron exegéticamente a inmovilizar el vehículo y librar el respectivo comparendo por la infracción cometida. Estando dentro de los 15 días de plazo que le dio el Centro de Diagnóstico y no siendo el detalle del carro un peligro inminente, podrían darse el permiso de ser un poco flexibles en la aplicación de la norma.

No sería el detalle a arreglar un peligro inminente que el “infractor” pagó la multa y salió como Pedro por su casa conduciendo el vehículo. Si fuese un peligro no se le debería dar salida o también podría ser sancionado nuevamente a las dos cuadras si es requerido por otros motorizados del grupo élite.  

Ahora vamos al abuso de los costos de la multa. La “infracción” fue a las 9:00 de la noche y retiró el carro en horas de la mañana del día siguiente antes de las 14 horas, más sin embargo le cobraron dos días a razón de $19.000 el día, $90.000 por el pago de grúa,  $45.000 un curso de buen ciudadano y $138.000 correspondiente al 50% por pago oportuno de la sanción por no portar el certificado para un total de $311.000. Faltó que lo metieran a la cárcel por tamaña infracción. ¡Ni tan cerca que queme al santo ni tan lejos que no lo alumbre!

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