La Opinión
Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile
Columnistas
Los afanes del alcalde
En más de tres años de administración el estado de muchas de sus obras no solo son lamentables.
Domingo, 7 de Mayo de 2023

Se le acabó el tiempo a esta administración y la alcaldía está presurosa para que el concejo municipal le apruebe rápidamente más de 18 mil millones para la terminación de la mayoría de las obras a las que se comprometió al inicio de su gestión.

El estado actual de muchas obras de Cúcuta es lamentable, decepcionante, y creo que ahí radica el mayor problema de esta administración para que a última hora le aprueben estos recursos, a un alcalde recién bajado del avión de un inoficioso viaje a Estados Unidos, esperando que ahora si, a pupitrazo, le aprueben los recursos; a esta Alcaldía le sucede lo peor que le puede ocurrir a un gobernante: que la gente de Cúcuta ya no cree en su alcalde, y peor aún, no confían, y menos en el director del Área Metropolitana.  

Como hay que tratar de hacer algo por la ciudad, estoy solicitando por derecho de petición una copia del contrato de las infames casetas debajo del puente de San Mateo, que algunas personas bien informadas me aseguran que es un contrato en el que se han comprometido cifras escandalosas.

En más de tres años de administración el estado de muchas de sus obras no solo son lamentables, en algunos casos es vergonzoso, como el estado de la avenida las Américas, que debería unir Atalaya con el Salado, que da la impresión que no existiera en la planeación urbana de la alcaldía. Muchas obras, como sucede con los corazones de barrio, en más de tres años de administración no llegan ni siquiera a un avance de ejecución del 50%. Sin duda que tienen razón los concejales que tienen dudas en aprobarle los 18 mil millones de pesos requeridos al alcalde, al punto que podría ser una irresponsabilidad aprobarlo. Podrían incluso acercarse a coadyuvar un detrimento de los recursos de la ciudad.

Lo mejor en este momento es darle viabilidad a los recursos de transferencias, cuyos pagos son de ley, y que las obras las asuma con responsabilidad la próxima administración. La mayoría de las obras de la ciudad han fallado porque no hubo planeación, como sucede con una de las obras que se hacen en el barrio la Libertad, en la que entiendo que se hizo una planeación sin considerar que primero había que demoler – supongo que en primer semestre de una facultad de arquitectura lo enseñan -. Y si esta es la planeación de la Cúcuta 2050, que podemos esperar.

Como si ello no fuera suficiente, en la aprobación de esta partida, existe otro problema que no es menor: no existe una información coherente entre la Secretaría de Hacienda y tesorería sobre los recursos de balance. Sin entrar en detalles, salta a la vista que esta administración, aún si se propusiera ser seria y dejara de “mamarle gallo a la gente” como las casetas del puente de San Mateo, que deja más interrogantes que certezas del porqué lo hacen,  esta alcaldía no alcanza a realizar las obras que no hizo en más de tres años. Cúcuta merece respeto.

En estos días que tuve ocasión de participar en la Feria del Libro de Bogotá con el representante del Pacto Histórico Heráclito Landínez, justo me di a la tarea de mirar los indicadores actuales de competitividad de Cúcuta frente a 32 ciudades capitales de Colombia, y es lamentable. Analizados en conjunto varios de estos indicadores, Cúcuta aparece en el puesto 20 de las ciudades de Colombia. Para mí mismo fue una gran sorpresa, sabía que la ciudad andaba mal, pero no imaginé que tanto.

Es decir, como siempre decimos a pocos meses de las elecciones: esperemos en esta oportunidad no equivocarnos tanto, porque con esta administración que prometía el cambio, sin duda que lo hizo, pero hacia abajo, a niveles vergonzosos.

Temas del Día