Definitivamente la inseguridad se tomó la ciudad y parte de las medidas a tomar, de seguro serán de gran malestar para los ciudadanos de bien, particularmente por la posible aprobación de transitar vehículos con vidrios entintados, oscurecidos o polarizados.

La decisión no tiene el suficiente fundamento puesto que los videos que circulan en las redes, muestran grupos de individuos conduciendo motocicletas que dan el golpe delincuencial, no porque adivinan la existencia de sumas considerables de dinero, sino porque presumo alguien les informa detalles de la víctima.

Me referiré a dos de los varios atracos cometidos recientemente. El primero, en el estacionamiento subterráneo de un centro comercial en pleno centro de la ciudad, logrado “exitosamente” a favor de los cacos. El segundo, en la entrada de un condominio ubicado en un municipio vecino, en el cual los delincuentes fueron atendidos a balazos por cuenta de los escoltas de un ciudadano que llegaba a su hogar y tal fue el susto del victimario que dejó abandonada su arma de fuego.  

Las situaciones relatadas no se cometieron en automóviles, ni en busetas sino en motocicletas conducidas por una persona, motivo por el cual no tiene lógica alguna aplicar la norma respectiva, abriendo las puertas a los delincuentes que utilizando el mismo “modus operandi”, podrán disponer de joyas, dinero, equipos móviles, etc. Es decir, ahora no van a adivinar ni harán estudio de la víctima porque todo será sencillo para ellos al poder examinar rápidamente si pueden ser presa de actos delictivos. 

Respecto a la posibilidad de permitir los vidrios oscuros a los vehículos de nuestros héroes o salvadores de vida, es justo que se les autorice su utilización, porque sumando la ridícula marcada con cinta de color rojo #YOSALVOVIDAS, solo falta que se los lleven a realizar trabajos en el monte y ese es otro de los riesgos que no estudiaron los autores de tan ridícula solución y hoy los hace sentir orgullosos. 

En cuanto a la operatividad para controlar el uso de vidrios oscuros, es preciso traer a colación la circular N° 20174000431441 del 17 de octubre de 2017 expedida por el Ministerio de Transporte, dirigida al Director de Tránsito y Transporte de la Policía Nacional y a las autoridades de tránsito del país, que concluye: “…Los vehículos que por sus condiciones y características tengan vidrios polarizados, entintados u oscurecidos, o que hayan realizado este proceso mediante la instalación de una película de seguridad podrán circular sin sujeción a permiso alguno y no ser objeto de imposición de órdenes de comparendo, salvo cuando se determine con algún dispositivo que mida con precisión el grado de polarización, entintado u oscurecido.”

Así las cosas, considero que la autoridad de tránsito no puede violar las normas amparadas en un Decreto o una Resolución proferidas por funcionarios del gobierno municipal, puesto que estaría pisando los predios de los entes de vigilancia y por otra parte, no me imagino a los uniformados en la feria de los vidrios oscuros, en reducidos operativos para retirar los papeles que los oscurecen, sin el respectivo fotómetro o luxómetro que determine el grado de luminiscencia.