Es absurdo. Pero los orígenes de las incoherencias institucionales de Colombia parten del mismo estatuto superior. Como es el caso de los controles. Ayer, nada más, la procuradora General de la Nación, suspendió al alcalde de Medellín con el criterio, al decir de Jorge Galindo, que mi partido está por encima de mi país.
Resulta complicado el manejo de los controles, como el fiscal; cuando su origen se condiciona en su elección al ejercicio de la mala política, pues quien elige pone la cadena de las condiciones, conforme lo impone el artículo 267.5, que, en el eslabón de cierre, el congreso que recibe a su vez de su comisión accidental la lista muy rumiada, politiqueramente, de elegibles.
Como tenemos régimen presidencial, o monarca constitucional, pues vale la pena traer a colación, la frase de Ferdinand La Salle de 1862. ¿La versión monárquica? “La Constitución es un pacto jurado entre el rey y el pueblo, que establece los principios básicos de la legislación y del gobierno dentro de un país ¿O la versión Republicana?: La Constitución es la ley fundamental proclamada en el país, en la que se echan los cimientos para la organización del Derecho público de esa nación.
O el otro control, el del Ministerio Público. ¿Cómo exigir este control justo?
¿Si su cadena de condicionamientos nace desde el Artículo 276 superior, indicando lo hace el Senado de la República con otra cadena de condicionamientos, desde el despacho del Señor Presidente y los previos de una Corte Suprema de Justicia y del Consejo de Estado, cuyos miembros son elegidos de una lista elaborada por el Consejo de la Judicatura, en el curioso sistema de yo con yo?
Son asuntos, los anteriores que no trasmiten sensación de lo justo, de lo bueno, de lo correcto, sino sensación de indignación. Pues las normas no se aplican con igualdad.
Muy grave que haga carrera en la democracia colombiana, la teoría de las instituciones “contramayoritarias”, que se utilizan para equilibrar pasiones políticas por personajes nefastos. Desafortunadamente las altas cortes y los controles se prestan para ello. Como La Contraloría General de la República, la Procuraduría General de la Nación y la Corte Constitucional que cada día hace esfuerzos para desnaturalizarse.
Alfonso Gómez Méndez nos recordó ayer esta situación con una frase del maestro Diego Montaña Cuellar: “En Colombia hay un país formal y otro real”
¿O irreal?
Adenda: El Ingeniero Federico Fico Gutiérrez va.