Al parecer, la única manera de que en la ciudad haya tranquilidad, es a través de una ley u ordenanza, que sean aprobadas bien en el Congreso de la República o en la Asamblea de Norte de Santander, para que los ocañeros paguemos un tributo especial, porque el gobierno local y la policía, se hacen los de la vista gorda, o mejor, los del oído sordo, ante los constantes escándalos auditivos, especialmente durante los fines de semana.
Dentro de la anarquía, o la ingobernabilidad reinantes, a cualquiera que tenga un carro con un potente equipo de sonido incorporado, donde quiera y a la hora que sea, lo activa a decibeles estruendosos, sin importar las graves lesiones al sensible sentido.
Es inconcebible que los vehículos con las “minitecas” andantes, y a “todo taco”, recorran las vías céntricas, sin que los agentes de la policía se den por aludidos, o que durante las noches y madrugadas, de los viernes y sábados, se estacionen alrededor del parque de San Agustín o de Martinete, sin que las llamadas telefónicas a la fuerza pública, permitan que los habitantes de los sectores afectados, tengan derecho al descanso.
Lo que ocurrió en la noche del sábado pasado y el amanecer del día siguiente es ¡insólito, o increíble!, como expresa un reconocido humorista.
En el cruce de las vías del barrio La Popa con Martinete, dos carros fueron “parqueados”, y uno de ellos, desde las dos de la madrugada, hasta las 7 de la mañana, con el porta baúl destapado, para que el sonido del equipo se extendiera y expandiera por los barrios vecinos, logró que nadie pudiera dormir y que soportaran un agudo dolor de cabeza en todo el día.
Una patrulla de la policía solo se hizo presente a esa hora y obligó al ebrio conductor del vehículo a que se alejara del lugar.¿ Por qué la policía no lo hizo antes, cuando los teléfonos del cuadrante timbraban sin cesar? ¿Sería que los dueños de la parranda callejera les repitieron la pregunta del destituido senador Merlano, y los agentes se asustaron?.¿Sería que los celebrantes pagaron algún impuesto especial para que los dejaran gozar del lanzamiento del disco del heredero de Diomedes?.
Es muy curioso, o mejor coincidencial, que luego de un acto social celebrado por la administración municipal en el marco del día de la mujer, aconteciera algo similar y que motivó a los habitantes alrededor dela plazuela de Martinete a reunirse y expedir un comunicado dirigido a la secretaría de gobierno municipal, con copias al comando de policía, la personería y la defensoría del pueblo.
La repetición de la estrepitosa serenata ocurrió después del homenaje que le ofreció el gobierno municipal a los abuelos del municipio, sin que eso implique , que las efusivas mamás o los alegres viejitos, tuvieran algo que ver en la bochornosa desvelada.
En una próxima reunión de las decenas de afectados, seguramente que no volverán a redactar oficios para pedir clemencia, ellos, propondrán que les cobren un impuesto especial para poder disfrutar del silencio y la calma, para de esa manera gozar del derecho constitucional de la tranquilidad.
Para los candidatos que reciban el respaldo de los electores el 25 de octubre, bien para la alcaldía o el concejo, que el lucrativo negocio de las cama bajas, no se limite a las motocicletas, sino, que se amplíe a los carros que transiten por las calles o se parqueen con los equipos de sonido activados, para motivar a los agentes de la policía a velar por la salud auditiva de los ocañeros.