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¡Es la Infraestructura: Estúpidos!
Amylkar D. Acosta el economista guajiro, le grita al Presidente Maduro desde la revista “Kien y Ke”: ¡Es la economía, estúpido!.
Miércoles, 9 de Septiembre de 2015

Amylkar D. Acosta el economista guajiro, le grita al Presidente Maduro desde la revista “Kien y Ke”: ¡Es la economía, estúpido! El mismo grito del asesor James Carville a Clinton  cuando en 1992,  le hizo cambiar el discurso frente a Bush padre, para ganar la presidencia en Estados Unidos  que señalaba  una tasa de desempleo del 7.5%.

Cero y van cuatro. Dos emergencias de Uribe Vélez y ahora dos de  Santos Calderón. Aquí en Cúcuta, estamos frente a la cuarta emergencia económica, social y ecológica que constituyen grave calamidad pública.

Cuatro en  12 años. Vale decir: desde la ola invernal, pasando luego a la del decreto 2693 de julio de 2010 de Uribe, todas de carácter asistencial indignante. Subsidios y más subsidios coyunturales. Crédito coyuntural para los vivos, más sub-empleos transitorios  que fortalecen la informalidad y adormecen toda inquietud de emprendimiento, con exclusión del IVA a las ventas de alimentos, calzado, confecciones materiales de construcción y electrodomésticos por unos días.

La Dian volverá a autorizar la cancelación de deudas tributarias mediante la dación en pago de bienes muebles e inmuebles producidos en la zona a favor de la nación, las zonas francas y uniempresariales tendrán otro barniz de favorabilidad. Asistencialismo coyuntural, que es el combustible de la informalidad, sin descubrir nuestra solución definitiva.

Y es probable  que en esta siesta de adicción por las soluciones mínimas de nuestra dirigencia pública y privada, nos sorprendan en otra crisis electoral para mantener en el poder Dios-dado Cabello, el sucesor de Maduro: con la quinta emergencia económica, social y ecológica.

 ¡Qué vaina con el minimalismo regional!

Por  eso hay que gritar aquí en Norte de Santander y en Cúcuta, como nos recuerda Amylkar Acosta: “¡Es la Infraestructura, Estúpidos! Nadie invierte para perder, nadie invierte si no ve la infraestructura de la producción.

Pedir al Presidente infraestructura para iniciar el nuevo modelo de desarrollo regional por la industrialización, ahora que Colombia, según la ANDI, comienza a reindustrializase.

Cuando uno  enseña en Teoría General del Estado el Régimen Parlamentario, les dice a los  chinos que el parlamento inglés es tan poderoso, que puede convertir a un hombre en mujer.

Ah, pues el Presidente de Colombia, con el artículo 215 de la Constitución de la emergencia, es tan poderoso, que  puede modificar el presupuesto, hacer traslados, crear tributos, modificar los planes, CONPES, dictar Decretos con fuerza de ley y el Congreso cuando examina esos decretos inclusive los puede extender y adicionar.

En otros términos, si nos volvemos maximalistas, es decir, exigimos lo máximo, el Presidente Santos que está tan adolorido, puede darle la vuelta a la inversión de los grandes megaproyectos e  incluir en la 1ª o en la 2ª ola nuestras dobles calzadas, conectarnos con Bogotá y Tunja por Pamplona y Málaga en 9 horas y accederíamos a un mercado de 8 millones de consumidores, puede hacer un traslado  presupuestal y duplicar los $388.000 millones de Ecopetrol, Minambiente” y N. de S. y realizar el embalse del Cínera -hoy está casi seco el cauce del Zulia por el fenómeno del niño-, podría licitar la conexión al sistema matriz de gasoducto que nos arrebatan desde Toledo siendo nuestro, podría el presidente licitar la  línea férrea Cúcuta (APP), Tibú, El Tarra, Convención – La Mata y como dice el Artículo 215 textualmente: “Mediante tal declaración, que deberá ser motivada, podrá dictar decretos con fuerza de ley, destinados exclusivamente a conjurar la crisis y a impedir la extensión de  sus efectos”.

Como ven, la circunstancia está dada para aprovecharla, como la que invocó James Carville en 1992 como asesor del Presidente Clinton: ¡“Es la Infraestructura, Estúpidos! No los subsidios ni el asistencialismo indignante, que convierte al pueblo en un trapero. No podemos seguir en la siesta minimalista del conformismo. ¿Qué no pedirían los paisas, si fueran frontera?

Adenda: Estoy con Juan Carlos Gaciaherreros y César Rojas Ayala, como conservador disciplinado, luego del fallo del Consejo de Estado que me negó el aval. No me voy del partido Conservador, no soy gallo correlón y sigo en la lucha pero dentro del partido.

 

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