Llega la elección para Congreso momento en el cual debe efectuarse un análisis serio de la labor adelantada por quienes fueron integrantes del mismo en el periodo que fenece.
La elección de Representante o Senador, conlleva serias responsabilidades, que no se asumen con la seriedad del mandato popular y por el contrario, sus actuaciones no cumplen con el roll propio de la defensa de los ciudadanos.
Por el contrario, con pocas excepciones, se olvidan de su región, que sigue sumida en un atraso impresionante, con una sola vía en buenas condiciones como es la de Ocaña, con la carretera a Pamplona con muchas fallas y las vías secundarias y terciarias dan verdadera lástima mientras se impone carga tributaria a los asalariados desfavoreciéndolos, beneficios para las multinacionales, alzas del Iva al 19%, actos en contra del ciudadano y, descaradamente vuelven a solicitar mediante la maquinaria y otros medios como la compra del voto, propio de la gente inculta y con hambre, que empeñan su futuro por una migaja de pan que le botan, sin darse cuenta que con ese acto erróneo, contribuyen al enriquecimiento de unos y al empobrecimiento de la mayoría del pueblo colombiano.
La Constitución creó un mecanismo que se puede tomar como castigo para quienes festinan los dineros del pueblo y viven enmermelados, como descaradamente lo dice el propio Presidente de la República, razón por la cual se abrió investigación a cerca de 200 congresistas, sin tocarse a quien incita a ese mecanismo que debe ser investigado oficiosamente por este acto reprochable, mucho más, cuando usurpó la voluntad del pueblo que dijo no al proceso de paz, no porque no la desee sino porque consideró que no era apropiada la entrega del país a una guerrilla que no repara ni da nada a cambio pero si recibía prebendas, hasta permitirse que quienes ordenaban las masacres, atentados, violaciones de mujeres denunciadas sin ser oídas en el Congreso, rapto de niños para incorporarlos a la guerrilla y muchas otras conductas nefastas, como integrantes de la cúpula de mando, lleguen ofensivamente al Congreso y se postule para presidente Timochenko, lo que polariza más el país.
Ese voto en blanco cuenta con muchos simpatizantes, más se ha pretendido desdibujar su imagen, diciendo que será para las FARC si no gana, hecho tendencioso y falaz, cuando es el mejor ejercicio con que cuenta el pueblo colombiano, siendo pertinente traer a colación lo que dijo el expresidente de la Corte Constitucional Jaime Araujo a Semana, cuando habló sobre ese poder u oportunidad, para cambiar la historia del país y quemar a quienes no cumplieron adecuadamente su labor mediante este instrumento pacífico, pero adecuado para cambiar el rumbo del país, para luchar contra la corrupción, la politiquería, no la política y que conduciría de ganar ( acto legislativo del 2009 que dijo que el voto en blanco ganaría por mayoría simple ) así sea por un solo voto de ventaja a, nuevas elecciones sin la presencia de los caciques antiguos, que quedarían quemados para intervenir en ellas, recordando que no ha sido la izquierda quien se roba 55 billones de pesos anuales, sino el propio Estado por funcionarios que son premiados, con condenas bajas, no devolver lo robado, mandando el mensaje de que robar vale la pena, adicionando esto con purga de sus condenas en detención domiciliaria o en batallones (las normas que aplican los jueces las hace el Congreso) con todas las prerrogativas o en establecimientos carcelarios donde se paga para ubicarse en el mejor patio y no hay control de ninguna naturaleza a sus actividades allí, habiéndose publicado en El Tiempo los reos que desde allí dirigen las elecciones o ubican a sus familiares y amigos, en componendas que la gente honesta debía rechazar, por ser actos indignos y contrarios a la moral, ejemplo, Musa Besaile, la Gata, Ñono Elías y muchos más.
Si gana el voto en blanco, sería un cambio pacífico, revolucionario emanado de los electores, que conllevaría a un cambio de políticos y políticas anticorrupción, pues se contaría con este precioso mecanismo e incluso afirma Jaime Araujo, si quedara de segundo, obligaría a nuevas elecciones, los electores tienen la palabra y no sería de extrañar, que, en la próxima legislatura se acabe el voto en blanco por el potencial riesgo que implica; el enemigo no es Petro, es la corrupción y la mermelada con que se maneja el país.