Cuando vemos dormir a los niños, lo menos que nos imaginamos es que pudieran sufrir algún problema de sueño, tanto así, que en ocasiones se utiliza un comentario que reza “durmiendo como un bebé”, dando a entender que en esta etapa de la vida, conciliar el sueño y mantenerlo resulta una tarea muy sencilla. Sin embargo, no deja de asombrarnos que aproximadamente un 30% de los padres informan que sus hijos no duermen bien
Cuando los niños llegan a este mundo no conocen nada de lo que es día o noche, así que pareciera que duermen todo el tiempo. Comienzan a despertarse cada 3 horas con la finalidad de alimentarse y luego de saciar su apetito, generalmente vuelven a dormir. El asunto es que este ciclo se repite día y noche, en contraposición con el de los padres, lo que hace que muchos papás lleguen a su trabajo cansados y con ojeras, pues no se trata solo de darle de comer al bebé, hay que preparar el tetero, consentirlo y luego sacarle los gases, tarea que tiende a prolongarse por una hora o más. A medida que va creciendo, ya nuestro querido hijo empieza a darse cuenta que hay un periodo en el que todo está más claro, llamado día, y la luz del sol al entrar por sus ojos estimula una región del hipotálamo que le quita el sueño, además, la producción de melatonina, que invita a dormir, se detiene durante estas horas diurnas. De manera que, va sincronizando su sueño con el ciclo circadiano, y está más tiempo despierto de día que de noche. Pero esto no ocurre de un momento a otro, es todo un proceso, lo que da lugar a las siestas, y aun así, puede seguir llamando al papá en la madrugada.
Cuando me preguntan a qué edad un niño ya debe dormir toda la noche sin despertarse, la respuesta no es difícil, el tiempo estipulado son los 6 meses, claro está, que algunos lo consiguen antes y otros después. Para estos lactantes que se niegan a aprender la tarea por sí solos, existen algunas estrategias que les ayudarán y es deber de los padres enseñarles. Ningún hijo es igual a otro, unos serán buenos dormidores y otros malos, noctámbulos o madrugadores, pero facilitarles hábitos de sueño adecuados, sin duda ayudará a que en un futuro no tengan dificultades con las normas sociales de trabajar de día y recuperarse de noche.
Uno de los problemas del dormir más frecuente en niños es la resistencia para ir a la cama. Cuando son grandecitos bajan de la cuna y caminan al cuarto de los papás, hacen todo lo inimaginable por no dormir temprano, lloran, piden que los paseen y hasta vomitan o pareciera que les da un ataque, todo con tal de que no los acuesten. Los padres se desesperan y me preguntan agotados qué pueden hacer. No deja de ser una batalla, por supuesto, una batalla de amor, se deben aplicar ciertos límites y no caer en la tentación de complacerlos, hay que ser firme y con mucho cariño decirles, tienes que aprender a dormir tu solo, mi amor. La mayoría de los padres se agotan y al final sucumben a los llamados de su hijo, volviendo a dar inicio al ciclo de mala higiene del sueño. Si este es uno de sus problemas, no se preocupe, la solución solo requiere dedicación y perseverancia, el médico especialista en sueño le podrá acompañar en esta tarea. Los niños que aprenden a dormir solos ya no olvidan cómo hacerlo.
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