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Día sin carro: un saludo a la bandera
Antes que todo, el “Día sin carro y sin moto” debe ser una fecha en la cual exista la normalidad total de la ciudad.
Domingo, 29 de Enero de 2023

Definitivamente nadie entiende a la administración municipal, dado que el responsable de la movilidad luego de publicitar el “Día sin carro y sin moto” por las redes sociales para el próximo 2 de febrero, se aplazó indefinidamente. No obstante, me asalta la siguiente pregunta: ¿Con qué propósito se realiza? La simplona respuesta la entregó el Secretario de Tránsito de Cúcuta: “ver el detrimento en la calidad del aire que se está generando, debido a fuentes móviles por la combustión de los automotores”.

Muy equivocado está el ingeniero Mayid Gene, por cuanto no existe equipo alguno que pueda medir en particular la calidad del aire únicamente por combustión vehicular y de ahí que no tiene discurso alguno faltando cuatro días para la fecha escogida, que según uno de sus asesores, es porque se hará en otras ciudades el mismo día, aunque la verdad sea dicha, ni ellos mismos saben para qué es un día sin carro y por eso, con gusto les explicaré lo que deben hacer.

Antes que todo, el “Día sin carro y sin moto” debe ser una fecha en la cual exista la normalidad total de la ciudad. Significa que todos los horarios académicos deben estar activos y por dar un ejemplo, la UFPS tiene previsto inicio de clases a mediados de febrero y eso representan más de cuarenta mil estudiantes que deben ser incluidos en el ejercicio, como quiera que requieren movilización.

Otra situación no menos importante es la normalización del ingreso de vehículos que del hermano país, porque a la fecha, es más publicidad que otra cosa y por esa razón no se cuenta con un volumen de automotores real para ser tenidos en cuenta en las mediciones antes del evento.

De igual manera, la administración debe explicarle a la ciudad, cuál sería la variación de la velocidad promedio en la arterias principales antes y durante el día sin carro. Cuál es el número aproximado de vehículos que no podrán transitar. Cuántos galones de gasolina se dejarán de vender. Cuál es el impacto económico del comercio formal al reducir significativamente las ventas. En qué porcentaje aumenta el servicio de domiciliarios y cuál se pudiera ser el incremento en el uso del combustible. En qué porcentaje se incrementa el uso de combustibles en los automotores de servicio público. Cuántos vehículos son destinados a prestar el servicio formal e informal de transporte de estudiantes y en cuánto se reduciría su uso.

Se pueden construir más de treinta variables que deben tenerse en cuenta antes del evento, para poder comparar el impacto ambiental, social y económico de un día sin carro y sin moto, porque la calidad del aire es tan solo una de las variables que serán medidas y no pensar que se pueden abstraer de los muy seguros efectos que trae consigo un día sin carro y sin moto, datos que deben ser construidos con antelación y comparados con posterioridad.

El “Día sin carro y sin moto” será un saludo a la bandera y una contravía a la realidad de la ciudad que no soporta tantas improvisaciones y además, trasladar sus responsabilidades a otras entidades e instituciones, solo porque algún “científico” capitalino se le ocurrió que debe ser el 2 de febrero cuando la fecha en la cual podría realizarse luego de hacer la tarea, pudiera ser el primer miércoles del mes de junio, luego de consensuar con los todos los actores.    

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