Qué bonita nuestra ciudad en este diciembre, no solo por el mejoramiento de las calles tapándose huecos que pedían a gritos la intervención de la Alcaldía, para su arreglo, sino por los arreglos navideños.
Ciertamente se cambia la imagen de la ciudad, se nota un ambiente alegre, mayor limpieza en las calles, lo que permite llevarse una buena imagen de nuestra ciudad por parte de los turistas o los compradores venezolanos que vienen a solucionar los inmensos problemas que los agobian en su país, lamentablemente.
Es sumamente agradable palpar el crecimiento diario de la ciudad, la urbanización y construcción de edificios, que evitan que se extienda más la ciudad.
Es de suma importancia y recalco lo dicho en columna anterior, que se siembren árboles para que nuestra ciudad verde continúe mereciendo ese bello calificativo, que ayuda no solo a mitigar el calor para los caminantes, sino que contribuye a embellecer el entorno y oxigenar el aire que respiramos.
El intercambiador de Atalaya le da un toque hermoso al sector, además de haber descongestionado inmensamente el mismo, contribuyendo a disminuir el tiempo para trasladarse al municipio del Zulia y al Occidente del departamento.
Los adornos navideños de El Malecón le dan un aire cosmopolita a Cúcuta. Es muy bonito ver a la gente caminando por esa zona, con seguridad, con tranquilidad, respaldada por una adecuada vigilancia policial.
El Parque Santander hermoso con su iluminación, los diferentes parques y Atalaya con sus redomas bellamente iluminadas, permiten mejorar la imagen de nuestro querido terruño.
Ese centro con la iluminación dejada al crearse el mayor centro comercial al aire libre como se le bautizó, nos dejan en nuestra retina la imagen de una ciudad que está aprendiendo a valorarse y cambiar la imagen anterior de que era una ciudad donde cada uno hacía lo que le daba la gana.
Se ve un mejoramiento de ventas, factor importante en la ciudad caracterizada por ser una de las mayores vitrinas de Colombia.
Todo ello se traduce en un cambio de imagen, del concepto de lo que es una ciudad, ganando puntos como tal, haciendo que se desarrolle un sentido de pertenencia de manera clara y evidente.
El slogan, yo amo a Cúcuta, nos da una imagen bonita y crea conciencia de que debemos hacer de nuestra ciudad un sitio más bonito cada día.
El lunar inmenso ese arreglo hecho con las patas en la calle 11, que desdice de una vía arteria de tanta importancia, de tanto tránsito, que en realidad amerita es levantar la totalidad de la carpeta asfáltica para contribuir al ornato de la ciudad, así como la vía de retorno al centro de la ciudad, de la Universidad Libre hacia arriba con troneras que desdicen de una adecuada presentación de la ciudad. Invito al señor alcalde a que se dé un recorrido por estas dos vías.