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¡Conservadores!
El “partido ministerial” lleva gobernando el país 166 años y ya huele a naftalina y formol.
Jueves, 15 de Octubre de 2015

Se ha escrito mucho sobre los candidatos a la gobernación del departamento, pero no lo suficiente. William Villamizar, Juan Carlos García Herreros, Milla Romero y Judith Maldonado. Salvo Judith, todos son conservadores.

Incluso Milla Romero, del Centro Democrático (que, como todo el mundo sabe, no es de centro, ni es democrático, sino de extrema derecha: su jefe político, Álvaro Uribe, es un declarado enemigo de la paz y la democracia, como lo prueba el triste e histórico episodio de los falsos positivos y la incorporación del paramilitarismo a la política).

Todos son conservadores de diferentes partidos. Conservadores que no han sabido conservar nada, salvo sus puestos: en sus manos hemos perdido Centrales Eléctricas, el Hotel Cariongo de Pamplona, y doscientas cosas más.

El partido conservador, también conocido como “partido ministerial” lleva gobernando el país 166 años y ya huele a naftalina y formol.

Es un partido que no se renueva porque lo único que le importa es perpetuar sus privilegios, inútiles, voraces, rapaces.

Los paleo-conservadores ya han demostrado su incapacidad para el progreso. No creo que sea conveniente, ni para la democracia ni para el departamento, otra gobernación de William Villamizar.

Ni de Juan Carlos García Herreros, que no ha dado mayores muestras de talento político si tenemos en cuenta el eslogan de su campaña: “cambiamos o nos joden”.

¿A qué cambio se refiere? Si habla de cambiar a un conservador por otro conservador el eslogan es un escupitajo a William Villamizar. Si el cambio alude a que el partido conservador debe reinventarse, es probable que le caiga encima el peso de una tradición que justamente se ha identificado por impedir cualquier forma de cambio.

En la literatura, que suele ser más acertada que la teoría política, lo explicó el personaje de Lampedusa, en Gatopardo, refiriéndose a la revolución de Garibaldi: “se necesita que todo cambie para que todo siga igual”.

-Y por eso todo sigue igual: cambiamos de nombre pero no de programa.

Y aquí entra Judith Maldonado, de la Unión Patriótica, con una propuesta social: desde la creación de un banco de oportunidades para ayudar a familias (y frenar el  ahorcamiento financiero que produce el pagadiario) hasta la protección del ecosistema.

Y el fortalecimiento a la educación, al campesino, a la producción de alimentos en 40 municipios. En fin.

Creo que Judith Maldonado –una dama en el más amplio sentido del término- merece la oportunidad de gobernar el departamento. Me han dicho muchas veces que yo no doy soluciones en mis columnas. Pues bien, acá va una: Judith Maldonado Mojica.

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