El miércoles fue un día de luto para el Ejército Nacional, luego de que las Farc atentaran contra una patrulla de la Brigada Móvil No17, en Buenos Aires, Cauca, dejando como saldo la muerte de 11 soldados y 25 heridos, rompiendo así el cese al fuego anunciado por el grupo guerrillero.
La incursión guerrillera no solo acabaron con la vida de los uniformados, sino que sembraron terror en la comunidad de la Esperanza, donde se registró el ataque con explosivos, granadas y disparos, cuando los soldados se encontraban descansando en el Polideportivo del municipio.
Este hecho “vil” e “infame” contra la Fuerza Pública, como lo calificó el presidente de la República, Juan Manuel Santos, originó que el Gobierno Nacional levantara la orden de suspensión de bombardeos a los campamentos de las Farc “hasta nueva orden”.
“Que les quede muy claro a las Farc: No me voy a dejar presionar. Óigase bien, no me voy dejar presionar por hechos infames como este, para tomar una decisión sobre cese al fuego bilateral”, aseguró Santos durante su visita a Cali.
Con esta orden, el mandatario dio por terminado el cese de bombardeos que estableció el pasado 10 de marzo por un mes, pero que había ordenado ampliarlo por otro más, justificando que la guerrilla de las Farc, con quien se adelantan los diálogos de paz, estaban cumpliendo con el cese unilateral.
Santos dijo que dicho incidente fue producto de un ataque “deliberado” de la guerrilla, que implica un “claro rompimiento de la promesa de un cese al fuego unilateral”, por lo que reiteró a los comandantes de la Fuerza Pública “desplegar todas las acciones ofensivas necesarias para proteger a la población civil y proteger, por supuesto, a nuestras tropas”.
Por su parte, el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, además de lamentar el hecho, se reunió con los soldados sobrevivientes en Cali y les pidió que no se rindieran ante esta situación, que levantaran la cabeza y siguieran adelante en la lucha por conseguir la paz.
Sin embargo, aunque todo el Estado reconoció la enorme falla del grupo que negocia una paz en La Habana, ellos mismo se defendieron acusando al Gobierno de ser los culpables de este hecho, ya que, según dijeron, los militares no debieron tener la intención de atacar a la guerrilla.
“Manifestamos nuestra preocupación por los hechos que han registrado de unos combates en el Cauca, que a todas luces tiene su causa en esa incoherencia de parte del Gobierno de estar ordenando operativos militares contra una guerrilla que está en tregua”, dijeron las Farc desde La Habana.
Aunque los combates cesaron en Cauca, dejando un saldo de 11 uniformados muertos y 25 más heridos, de los cuales dos continúan en estado crítico, la orden presidencial fue “perseguir" a los actores de este “infame” hecho hasta dar con ellos.
Los soldados se recuperan a esta hora en la clínica Valle del Lili, de Cali, y están a la espera de las ordenes que desde el Ministerio de Defensa se puedan dar para reiniciar los bombardeos y atacar los campamentos guerrilleros que se determinen.
Víctimas
Sargento segundo
Diego Benavídez Molina
Soldados Profesionales
- Víctor Páez Álvarez
- Antonio Turriago Arce
- Inocencio José Guevara
- Franklin Prado Botina
- Juan Puentes Hernández
- José Laguilabo Labacude
- Heiner Blanco Laguna
- Libardo Cotazo Sánchez
- Carlos Popayán Montaña