Sábado, 21 de Junio de 2014
El próximo 3 de agosto se cumplen cincuenta años de la trágica muerte de quien fuera uno de los poetas más importantes de Colombia y un político excepcional en el Norte de Santander. Ese día de 1964 terminaba de manera inesperada la vida, en plena juventud, de Eduardo Cote Lamus, para pasar a la historia rodeado del halo que ilumina a los escogidos por el destino para trascender más allá de la frágil memoria de los hombres.
La obra poética de Cote Lamus ha sido estudiada por numerosos escritores que han resaltado sus méritos indiscutibles y para corroborarlo cito un párrafo de lo que escribió María Mercedes Carranza en una ocasión similar a la presente: “En ese sentido la madurez está sin duda alguna, en comprender que el poeta busca fines diferentes y utiliza herramientas distintas a las del historiador, el periodista o el político. Su trabajo es a otro nivel, y su compromiso está en crear para su realidad una dimensión y un espacio poéticos inteligentes y valiosos dentro de la literatura. Y si lo logra su realidad pasa a convertirse en realidad de todos. Y en este sentido Eduardo Cote cumplió su obra. Por eso lo leemos siempre y lo recordamos hoy, cuando se cumplen 30 años de su muerte”.
El último libro de Cote Lamus fue Estoraques inspirado en esas bellas formaciones naturales de La Playa, en la provincia de Ocaña, y en el que se denota que su obra literaria quedó trunca porque es seguro que ya vendría un desarrollo monumental de su poesía. Con todo, como lo anota Hernando Valencia Goelkel en el prólogo que escribió para ese último poema, la obra anterior, los “cuatro libros, pues, reunidos o dispersos constituyen la imagen de Eduardo Cote Lamus. Un cuadro inconcluso; modificado por tantos factores: baste con mencionar el solo tiempo, baste con pensar en que lo que de él sabíamos es ya insuficiente desde el momento en que se da a conocer Estoraques.
Como si fuera siempre una premonición, Cote Lamus traza en los primeros versos de su libro final una silueta recurrente de la muerte: “El viento que viene y el viento que va / no son nada, en realidad del tiempo. / El tiempo en otro sitio donde el hombre, / capaz de su destino, trazó e aire, / el arma de sus sueños, y la tierra / labró para guardarse en ella.”
Con motivo de este sentido aniversario, el Museo de Arte Moderno Ramírez Villamizar de Pamplona y el Área Cultural del Banco de la República que coordina en Cúcuta la doctora Carmen Adriana Ferreira Esparza, inaugurarán el próximo 3 de julio una exposición en homenaje a los poetas Eduardo Cote Lamus y Jorge Gaitán Durán con fotografías y textos alusivos a sus vidas y obras. Esta exposición estará abierta al público durante todo el mes de julio y los primeros días de agosto.
Invitamos a los nortesantandereanos a visitar nuestro museo y apreciar más a estos coterráneos inmortales.
ramirezperez2000@yahoo.com.mx
La obra poética de Cote Lamus ha sido estudiada por numerosos escritores que han resaltado sus méritos indiscutibles y para corroborarlo cito un párrafo de lo que escribió María Mercedes Carranza en una ocasión similar a la presente: “En ese sentido la madurez está sin duda alguna, en comprender que el poeta busca fines diferentes y utiliza herramientas distintas a las del historiador, el periodista o el político. Su trabajo es a otro nivel, y su compromiso está en crear para su realidad una dimensión y un espacio poéticos inteligentes y valiosos dentro de la literatura. Y si lo logra su realidad pasa a convertirse en realidad de todos. Y en este sentido Eduardo Cote cumplió su obra. Por eso lo leemos siempre y lo recordamos hoy, cuando se cumplen 30 años de su muerte”.
El último libro de Cote Lamus fue Estoraques inspirado en esas bellas formaciones naturales de La Playa, en la provincia de Ocaña, y en el que se denota que su obra literaria quedó trunca porque es seguro que ya vendría un desarrollo monumental de su poesía. Con todo, como lo anota Hernando Valencia Goelkel en el prólogo que escribió para ese último poema, la obra anterior, los “cuatro libros, pues, reunidos o dispersos constituyen la imagen de Eduardo Cote Lamus. Un cuadro inconcluso; modificado por tantos factores: baste con mencionar el solo tiempo, baste con pensar en que lo que de él sabíamos es ya insuficiente desde el momento en que se da a conocer Estoraques.
Como si fuera siempre una premonición, Cote Lamus traza en los primeros versos de su libro final una silueta recurrente de la muerte: “El viento que viene y el viento que va / no son nada, en realidad del tiempo. / El tiempo en otro sitio donde el hombre, / capaz de su destino, trazó e aire, / el arma de sus sueños, y la tierra / labró para guardarse en ella.”
Con motivo de este sentido aniversario, el Museo de Arte Moderno Ramírez Villamizar de Pamplona y el Área Cultural del Banco de la República que coordina en Cúcuta la doctora Carmen Adriana Ferreira Esparza, inaugurarán el próximo 3 de julio una exposición en homenaje a los poetas Eduardo Cote Lamus y Jorge Gaitán Durán con fotografías y textos alusivos a sus vidas y obras. Esta exposición estará abierta al público durante todo el mes de julio y los primeros días de agosto.
Invitamos a los nortesantandereanos a visitar nuestro museo y apreciar más a estos coterráneos inmortales.
ramirezperez2000@yahoo.com.mx