Hace casi un año, el muy conocido entrenador de fútbol Hernán Darío Gómez, golpeó a  una mujer en un establecimiento público, aspecto que fue desaprobado y rechazado a nivel nacional e internacional, situación más que suficiente para  perder su condición laboral privilegiada como entrenador de la selección de Colombia.

Pasaron muy pocos días y la Federación Colombiana de Fútbol escogió a Leonel Álvarez como sustituto del “Bolillo” y al tener suerte en su primer partido en el cual ganó la selección, los intensos del blackberry pasaron una cadena que decía: “Si ven que Leonel le está pegando a la mujer, háganse los toches. No digamos nada”

Se entendía que la esperanza de todos los colombianos estaba cifrada en los resultados de Leonel y por eso en forma de broma se aceptaba hasta el maltrato femenino.

Traje a colación esa anécdota porque la administración municipal tiene previsto iniciar los trabajos de parcheo y escogió la parte céntrica de la ciudad para mostrar sus avances. Es indudable que todos pedimos a gritos que se alivie esta situación y por eso creo que no van a faltar las críticas por parte de los conductores de servicio particular y público derivadas de las naturales incomodidades que se van a producir mientras se ejecuten los trabajo de parcheo.

La socialización no ha sido la mejor pero a estas alturas, ya nos está pasando lo del caso narrado que aunque no es aceptado por ningún motivo, preferimos no decir nada. Es decir, que las obras van a trastornar la movilidad, no vamos a tener mayor vigilancia, no hay socialización y de pronto el parcheo no van a quedar como todos esperamos pero no diremos nada antes que se arrepientan y nos aplacen la ilusión de ver mejorada la carpeta asfáltica.

Otro caso sería que la noticia hubiese sido: “una mujer golpeó al Bolillo Gómez”. En esta nueva situación, todos los ciudadanos somos el Bolillo Gómez y la administración es la mujer.

La administración municipal no puede seguir siendo ajena ni callada a muchos problemas que aunque no fueron originados por sus funcionarios, varios de ellos requieren una valoración técnica inmediata y proceder a corregir. Me refiero a la situación que se presenta en la calle 13 entre Avenida Los Libertadores y la Avenida 2E. Allí encontramos lagunas de agua permanentemente que día a día se profundizan con el paso de vehículos y ya no se puede culpar a la ola invernal ni al “fenómeno de la niña” porque ya desapareció pero en este sitio pareciera que su fantasma estará para siempre.

Hay “pecadillos” presumiblemente de la Curaduría Urbana y otras dependencias del municipio que aprobaron sin reparo los diseños para construir dos torres de edificios y a Homecenter que desde su inicio ha generado algunos empleos pero que también ha generado problemas presuntamente de vertimientos regularmente conducidos. De todas maneras algo sucede y se debe descubrir y denunciar porque a la fecha es muy poco o nada lo que se puede mostrar.