El ser humano está compuesto en un alto grado de agua, al igual que sus órganos y células que también contienen un porcentaje de este líquido. El cerebro, por ejemplo, posee un 90%, la sangre un 83%, los músculos un 75% y el aparato óseo un 25%.
Por este motivo, existe una necesidad fundamental de mantenerse hidratado y reponer el gasto y la descompensación de líquidos que se producen en las jornadas laborales o de ejercicio físico.
La hidratación constante ofrece beneficios tan importantes como la regulación de la temperatura corporal, el mantenimiento del volumen sanguíneo, el transporte de oxígeno y nutrientes a las células, la expulsión de desechos, el buen funcionamiento del cerebro, el fortalecimiento de las articulaciones, la absorción de nutrientes y el cuidado de los riñones, por mencionar algunos.
La consecución de estas ventajas parten del consumo de agua que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), debe ser entre dos y tres litros diarios. Y es que para completar la cuota del día, además de tomar agua, se pueden consumir alimentos como frutas o verduras que también contribuyen a la ingesta requerida.
Ahora bien, en el caso de los deportistas, ya sean profesionales o aficionados, el modelo de hidratación cambia de acuerdo a la preparación, el entrenamiento y la recuperación del tipo de ejercicio que realizan. Cada una de estas etapas tiene un proceso diferente, por ejemplo, los expertos recomiendan el consumo de agua y bebidas isotónicas una hora antes de entrenar.
Carlos Alberto Ulloa, médico cirujano especializado en medicina del deporte e integrante del Consejo Consultor de Nutrición de Herbalife Nutrition, señaló que en el desarrollo de un actividad deportiva la hidratación es muy importante.
“El metabolismo aumenta su ritmo y el cuerpo transpira más de los normal causando, no sólo una pérdida de líquidos, sino también de electrolitos importantes para la condición eléctrica de los músculos. Cuando se produce la deshidratación es porque se pierde volumen sanguíneo y es ahí cuando podrían presentarse desmayos por el bajo gasto cardiaco. No olvidemos que a causa del aumento de la respiración también se pierden fluidos”.
En los deportistas de alto rendimiento, la pérdida de agua intra y extracelular genera cambios en el funcionamiento del cuerpo, impidiendo el desarrollo normal de algunas reacciones bioquímicas, debilitando los procesos de recuperación internos, haciendo al deportista susceptible a lesiones y disminuyendo su desempeño.
Bajo este escenario y para reponerse después de un esfuerzo físico prolongado mayor a 90 minutos, es aconsejable el uso de bebidas isotónicas, que ayudan a hidratar y a reponer parte de los electrolitos perdidos en el sudor.
Boletín de prensa