La iluminación siempre es clave en cualquier espacio, en especial durante la época decembrina que es el momento en que el mundo entero finaliza el año rodeado de hermosas y coloridas luces.
En Navidad, las luces aportan calidez, alegría y unión, por eso al combinar la creatividad con el alumbrado podemos transformar rincones e innovar en lugares especiales que durante el año fueron escenario de miles de historias.
Por otra parte, la iluminación navideña de lugares públicos brinda en esta época una oportunidad llena de esperanza, para que propios y visitantes disfruten un nuevo entorno, recorran otros senderos, fotografíen el momento y vivan la ciudad de manera diferente. Con esto, se logra la integración de la población y se da un nuevo impulso al turismo.
Iluminar en navidad es una tradición que data de varios siglos atrás, en la que los pueblos escandinavos celebraban todos los 26 de diciembre con el encendido de las luces, el nacimiento del rey del sol y de la fertilidad. Con el paso del tiempo, esta costumbre fue incorporándose al cristianismo en países como Alemania e Inglaterra, hasta llegar a Norteamérica en los años treinta y a Suramérica después de los cincuenta.
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