Entre el escepticismo y la esperanza, los tachirenses aguardan la continuación de los diálogos que se iniciaron el pasado viernes para lograr acuerdos que permitan una apertura gradual y controlada de la frontera, cerrada hace ya seis años.

La primera en pronunciarse ha sido la gobernadora Laidy Gómez, para quien todo se trata de una maniobra política por parte del oficialismo, con miras a los comicios regionales previstos para el venidero 21 de noviembre.

“Si el Gobierno Nacional quisiera de verdad abrir la frontera colombo-venezolana, no debería esperar por Colombia, solo retira los contenedores y le demuestra al vecino país un gesto de voluntad institucional”, dijo la gobernadora, al tiempo de reconocer que con “retirar estos contenedores no solo se garantizaría un canal humanitario más óptimo, sino también la activación de la economía formal”.

Gómez agradeció al gobierno colombiano el haber materializado este encuentro binacional para tratar la posible reapertura de los puentes internacionales.

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Una salida a la crisis

Para el politólogo Elías Cáceres, la reapertura de la frontera puede ser una oportunidad para que los ciudadanos puedan surgir, “pero hay que tener en cuenta también de que son juegos intereses de lado y lado que es de tener muy en claro que se trata de un tema político más allá de lo social y humanitario”.

Para el especialista, la reapertura constituye una oportunidad para que los ciudadanos puedan buscar una salida a la crisis que se vive en Venezuela.

“Yo creo que si en verdad el Estado venezolano, junto con el gobierno de Colombia, abren de nuevo los puentes, van a beneficiar a muchas personas con el tema humanitario, con las medicinas, con alimentos y muchas otras cosas pero dudo que pase ese hecho porque se han burlado mucho  de la gente de la frontera”, dijo Erwin Gómez.

Juego de intereses

Ángel Molina, defensor de derechos humanos, considera que  el gobierno colombiano ha tenido la disposición de mantener la frontera abierta “entonces ahora vienen algunas personas para beneficiarse en un tema incluso político”, resaltó la importancia de consolidar el canal estudiantil.

Andreína Alemán, docente de educación primaria, sostuvo que en cuanto a la reapertura hay que “ver para creer”, pues lo percibe como un hecho incierto, prometido una y otra vez sin que llegue a cristalizarse.

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Zuli Mora, no ve la apertura de la frontera como algo tangible “porque han utilizado esto es para para ganar una elección, y ahorita lo hacen por las de noviembre”.

Espera que, independientemente de las razones, los gobernantes indistintamente de sus posturas, ofrezcan una solución a los tachirenses que arriesgan sus vidas en las trochas para abastecerse en el lado colombiano de la frontera.

Las conversaciones entre gremios y autoridades para buscar mecanismos que conduzcan a la reapertura comercial ya han comenzado y se espera que en las próximas semanas se cristalicen algunos acuerdos, según lo anunciado por las autoridades.

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