Concejales del municipio Pedro María Ureña solicitan apoyo a organismos internacionales  e Hidrosuroeste  para llevar a cabo el saneamiento del agua, en vista de que cada vez que llueve, el líquido llega con barro y mal olor. A su vez exigen a la hidrológica regional del Táchira que aumente el caudal de agua que envía a la localidad, pues aseguran llega muy poco líquido.

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El concejal municipal de Pedro María Ureña, Carlos Taborda, dio a conocer que a más de 30 barrios desde hace varios meses  les está llegando un hilo de agua  turbia.

Indicó que el municipio Pedro María Ureña se abastece de agua potable por el acueducto de La Mulata y Los Pilares, pero cada vez el agua se ve más sucia, lo que ocasiona en los habitantes el temor de contraer enfermedades gastrointestinales y de la piel.

Varios residentes de la población fronteriza consultados por La Opinión, narraron que es muy poca el agua que llega a través de las tuberías, y cuando llega, “parece agua panela”, relataron. Por ello,  las familias se ven obligadas a destinar un importante presupuesto para comprar agua potable por cisternas que cuesta entre 80.000 a $100.000 pesos, cada 15 días.  

Barrios como San Isidro, Emmanuel, La Morada, 13 de Abril, Bolivarianos, Las Comunas, en tiempos de temporada seca deben almacenar el agua  en tanques, pero no logran recoger agua ni para cubrir  una semana, porque esa temporada seca llega una vez por mes.

“Solicitamos la ayuda de los entes internacionales de Hidrosuroeste del estado Táchira a resolver la situación”, refirió Carlos Taborda.

“Mujeres embarazadas, niños, personas postradas en cama, se les está vulnerando el derecho de tener agua potable, que es vital y constitucional”,  destacó Taborda.

El edil indicó que el agua que reciben por las  tuberías solo sirve para usarla en la poceta, ante el alto nivel de contaminación con la que llega.

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“Como concejal del municipio he solicitado ante la comisión de servicios públicos de la cámara municipal una mesa de trabajo y buscar todos los aportes necesarios para mejorar el servicio de agua potable, pero al momento no hemos tenido suerte”, declaró el Concejal.

Afecta al sector industrial  

Sectores industriales de Ureña y San Antonio, también hicieron hincapié en la escasez de agua que afrontan ambos municipios de la frontera del Táchira, pues con el agua llevan  a cabo procesos de fabricación en las textileras, uno de los sectores productivos más importantes de la zona.

La escasez de agua en Ureña ha obligado a varias fábricas a crear sus propios pozos subterráneos, a fin de poner a funcionar las lavadoras industriales, pero no todas las fabricas han podido realizar dichas perforaciones, por lo tanto, deben comprar costosas cisternas de agua,  indicó Isabel Castillo, representante de la Cámara de Comercio de San Antonio.

Acueductos rurales no dependen de Hidrosuroeste

El presidente de la Hidrológica del Táchira, Arquímedes Uzcátegui  explicó a La Opinión que las captaciones de agua de La Mulata y Los Pilares son rurales, dependientes de la alcaldía, que no dependen del Acueducto Regional del Táchira (ART).  

En Ureña y en San Antonio hay un proceso que conduce el agua a través de 150 kilómetros, pero en verano hay un proceso de disminución de caudal que llega a un 70 %, motivo por el cual Hidrosuroeste realiza un plan de distribución en todos los sectores para garantizar el servicio, dijo  Uzcátegui al ser consultado sobre el tema.

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Detalló que cuando hay época seca, por ejemplo en San Cristóbal el plan de distribución restringe el agua a un día por medio, sin embargo, en los municipios fronterizos el agua se envía cada 8 días.

Indicó que comunidades de Ureña se surten del líquido a través de acueductos rurales, uno de ellos es La Mulata que ha estado desbordándose y allí no hay planta de potabilización, motivo por el cual el agua llega con barro cuando llueve.

“Los Pilares lo maneja la comunidad, son parceleros que se apoderaron del acueducto y no dejan entrar ni a la alcaldía ni a nosotros”, expuso el presidente de Hidrosuroeste. Por tal motivo, no han podido tomar medidas en el lugar, pues indicó que el deber es cerrar el envío de agua cuando la quebrada crece para que no baje turbia.

Refirió que la hidrológica sí desinfecta los acueductos rurales, cuando tienen acceso; en el caso de Ureña solo en el acueducto de La Mulata, aplican gas cloro, a fin de matar gérmenes, como un proceso primario de la potabilización del agua.

Arquímedes Uzcátegui aseguró que Hidrosuroeste está en la obligación de brindar agua a toda la población, pero en algunas zonas de la frontera a donde está muy retiradas y a las que el servicio llega cada 8 días o 15 días, entran en un plan de abastecimiento por cisternas.

“Llevamos 100.000 litros y lo distribuíamos como en 10 familias, 1.000 litros por familia”, puntualizó.

“Nosotros tenemos un proceso de captación y potabilización. Se potabiliza el agua con todas las características y normas mundiales de la salud, y salimos porque los podemos probar ante laboratorios bacteriológicos, para decir que el agua tiene calidad y le hacemos muestreos”, expuso el presidente de Hidrosuroeste.

Uzcátegui precisó que las aguas del Táchira son de buena calidad, y cuando detectan que aguas de las nacientes tienen residuos contaminantes, como heces fecales humanas o de animales, acuden para realizar la descontaminación.

El Acueducto Regional del Táchira solo abastece al 75 % de la población del estado, detalló el representante de la hidrológica. Por tanto, en varios municipios del Táchira se surten a través de agua proveniente de acueductos rurales o nacientes, en vista de que el Acueducto Regional del Táchira no tiene capacidad de conducción por bombeo o gravedad.

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Hacia la zona norte, el agua del acueducto regional solo surte hasta la localidad de Colón, dejando excluidas la poblaciones de La Fría, Samuel Darío Maldonado, Seboruco, Panamericano, entre otros, que se surten de agua por acueductos municipales, argumentó la fuente oficial.

A los habitantes que reciben agua de acueductos rurales o nacientes, Hidrosuroeste les recomienda hervirla a la temperatura adecuada, 100°C, porque al consumirla cruda no tienen garantía de agua potable, a su vez recomienda no conformarse con la utilización de filtros, porque a través de ellos pueden pasar las bacterias. Pero, garantizó  que el agua del acueducto regional del Táchira es potable y apta para el consumo humo y no es necesario hervirla.

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