Con la habilitación del paso de vehículos entre Colombia y Venezuela, los empresarios y emprendedores del estado Táchira ven una oportunidad, pues la idea es que no solo los venezolanos acudan a Cúcuta a comprar, sino que los colombianos puedan desplazarse hasta la región fronteriza de Venezuela para adquirir productos y mercancías.
En la zona de Ureña, por ejemplo, hay fábricas de plástico, producto que siempre ha sido atractivo para los colombianos, así como la industria del bluyín, el calzado, precisando que se deben analizar en cuáles rubros son competitivas las industrias de la entidad.
Así lo expuso Pietro Ceniccola, representante de la Asociación de Comerciantes y Empresarios del estado Táchira (Aceta), quien señaló que justo la competencia de los precios es una de las debilidades que registran los comercios del Táchira, en donde hay alza de precios en monedas que se suponen son estables.
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“Uno no se explica, si lo pagáramos en bolívares comprendo”, indicó el representante gremial, quien consideró que los comerciantes deben analizar tal situación con la competencia de precios.
“Este fin de año 2022 se registró un poco más de consumo y más emprendimientos, gracias a que muchas personas salieron del país y regresaron con algunos recursos para apostar al país, con nuevas ideas”, expuso Ceniccola.
Pero la devaluación del bolívar frente al dólar está logrando impactar de manera negativa en las operaciones comerciales, aunado a ello, parte de la cultura de algunos comerciantes de la entidad es la especulación con los precios, no calculan bien sus costos, varios se guían por los precios que establecen otros, y muchos sobrevaloran la calidad de sus productos, según explicó el empresario.
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Mientras que en el comercio informal, donde no pagan impuestos ni servicios públicos, pretenden cobrar una harina al mismo precio que la tiene el supermercado que cuenta con empleados, precisó Petro Ceniccola, aunque la informalidad se ha ido reduciendo en algunos espacios de la ciudad.
Por ello, sostuvo que es importante que los comerciantes tengan muy claro la estructura de costos y el nivel de rentabilidad de forma realista. Lo segundo es estar acorde con las exigencias del consumidor colombiano que es más rígido, además, de tener muy presente el aspecto de la atención, ya que los comerciantes colombianos suelen desvivirse por atender a sus clientes, a diferencia del Táchira donde se ha perdido esta parte.
Asimismo, sugirió preparar los negocios para dar respuesta ante posibles reclamos, con políticas dulces que dejen contentos a los clientes foráneos.
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Internacionalización de las empresas
El representante de Aceta destacó que los comerciantes deben hacer la internacionalización de los negocios, ya que en la entidad hay poco desarrollo de marca, pensando en captar otros mercados para generar flujos económicos.
Juan Medina, presidente de la Asociación de Comerciantes de García de Hevia, expresó su motivación por la apertura de la frontera este 2023; no obstante, consideró que los consumidores deben tener un propósito regionalista de darle valor a la producción propia.
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También refirió que los comerciantes deben mejorar la calidad de servicio y concientizarse para que los precios sean atractivos y la gente pueda visitar la entidad, incluso, deben proponerse a tener mejores precios en Táchira que del lado colombiano.
“La ganancia de ayer no puede ser la ganancia de hoy, pero tenemos que pensar en poner los precios justos”, dijo Medina.
Coincidió en que los comerciantes venezolanos tienen una cultura de buena ganancia, pero deben hacerse muchos cambios para darle al consumidor el precio atractivo.
“En esta temporada decembrina, en el municipio García de Hevia, no es el mejor año, ha sido uno de los más rudos”, describió Medina, según él, por causa de la devaluación de la moneda, por cuanto, las personas están comprando estrictamente lo necesario. Por tanto, esperan que con los venideros cambios la situación económica mejore en el 2023.
Anggy Polanco / Corresponsalía La Opinión
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