“No se trata de un toque de queda”, advirtió el general de la Zona Operativa de Defensa Integral (ZODI), Ángel Moronta Juliao, al dar a conocer la serie de medidas que se empezaron a aplicar ayer en todo el estado Táchira, como mecanismo de contención contra la propagación de la COVID-19 y que incluye horarios de restricción a la circulación vehicular y peatonal.
Durante una reunión de trabajo de la mesa técnica de salud, la autoridad única del área, Amelia Fressel, el jefe de la ZODI y el parlamentario Freddy Bernal, dieron a conocer los detalles de las nuevas medidas que se adoptarán en el Táchira en medio del segundo pico de pandemia que mantiene la ocupación hospitalaria en niveles superiores al 90%.
En las semanas flexibles, las autoridades permitirán la labor de empresas y comercios en horarios que van desde las 6:00 de la mañana hasta las 5:00 de la tarde, mientras en las semanas radicales, el horario será solo desde las 6:00 de la mañana hasta las 3:00 de la tarde.
Farmacias, supermercados y establecimientos de salud gozarán de un horario extendido hasta las 10:00 de la noche, respetando aquellos que cumplan turnos de guardia por 24 horas.
Las unidades de transporte podrán circular al 50% de su capacidad, en los mismos horarios restringidos y flexibles aplicados al comercio. La venta de gasolina será los martes, jueves y sábado; fueron suspendidos todos los espectáculos públicos.
Adicionalmente se estableció un cronograma de desinfección masiva, priorizando las zonas de alto tráfico de personas, como lo son mercados, las principales avenidas, las paradas de transporte, entre otros.
Las autoridades explicaron que buscan minimizar el incremento de los contagios, pues el miércoles sumaban 90 pacientes en el área COVID del Hospital Central y 32 en el Hospital del Seguro Social.
Recordaron que Táchira en 2020 manejó casos COVID de 138 mil migrantes que cruzaron la frontera, sumados a los casos comunitarios generados en el estado.
Sin laboratorio para pruebas
Durante su intervención, la doctora Fressel destacó que el laboratorio para pruebas de hisopado fue trasladado al estado Bolívar, por lo que en Táchira ya no hay disponibilidad de realizar directamente esta pesquisa.
El nuevo procedimiento es hacer una prueba rápida y de acuerdo con la clínica del paciente, se practica el hisopado sólo a quienes realmente lo requieran y las muestras son enviadas vía aérea a la ciudad de Caracas para su análisis.
Destacó que en los 29 municipios de la entidad han sido habilitados centros primarios de atención para que las personas con sintomatología COVID acudan a esta primera línea de diagnóstico y reciban la orientación adecuada sobre los protocolos médicos acordes a su condición.
Advirtió además que, en esta segunda oleada de COVID, los más afectados son personas jóvenes entre 18 y 40 años, así como niños menores de 7 años, por lo que llamó a extremar las medidas de prevención.
Atentos a Colombia
El diputado Freddy Bernal recordó que en el departamento Norte de Santander se han registrado más de 74.000 contagios y se ha informado sobre la presencia de la variante Delta, “una mezcla de las variantes India y Británica”, dijo al tiempo de acotar que “el objetivo es evitar que esa cepa llegue al Táchira”.
Insistió en su aspiración de regular junto a las autoridades colombianas los protocolos en materia de salud. Se refirió a la situación de 4.600 niños censados por las autoridades venezolanas que viven del lado venezolano de la frontera y cursan estudios en el Departamento Norte de Santander.
Dijo que trabajan desde más de un mes para que las familias de esos niños “reciban un elemento preventivo contra la COVID-19 y nosotros estamos preparados para que cuando comiencen las clases en Colombia, estos niños puedan ir tranquilamente a cumplir con sus clases”, aunque advirtió que para ello debe darse primero una coordinación con las autoridades colombianas.
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