Durante un año y medio, las autoridades le siguieron los pasos a una estructura de la guerrilla del Eln que intimidaba y amedrentaba a los habitantes de las veredas Versalles (Tibú) y Orú (El Tarra), dos poblaciones ubicadas en esa zona del Catatumbo.
“Les imponían la hora y cierre de negocios, tenían el control del comercio, del contrabando y esto generó las quejas de la comunidad que se cansó y decidió denunciar. Ahí es cuando se inician las labores de seguimiento”, dijo una fuente judicial.
Durante las pesquisas, uniformados de la Fuerza de Tarea Vulcano del Ejército y de la Sijín de la Policía, se percataron de que estos hombres se movilizaban en motocicletas, portando armas de fuego y aseguraban pertenecer al frente Juan Fernando Porras Martínez, del Eln.
Tras varias líneas interceptadas, los testimonios de las víctimas y el seguimiento silencioso de los investigadores, lograron conocer los alias de tres hombres y una mujer.
Así, poco a poco, los uniformados fueron conociendo los detalles de los movimientos clandestinos de esta estructura hasta solicitar las órdenes de captura.
Los detuvieron
La madrugada del pasado miércoles, en varias viviendas de esas dos veredas, las autoridades llegaron con órdenes de allanamiento para detener a los implicados, entre los que está el líder, dos integrantes y la mujer señalada de presuntamente coordinar las finanzas, sin embargo, en medio del operativo, en un intento de asonada, la comunidad no dejó que la mujer fuera capturada.
Jefferson José Ceballos, alias Ozuna, fue capturado y señalado de ser el líder de las milicias de dicha estructura; junto con él cayeron Franklin Javier Díaz y Yuber Bautista Arenas.
¿Quiénes son?
‘Ozuna’, oriundo de Casigua, ciudad venezolana y quien habría llegado desde hacía siete años a esta zona del Catatumbo, era el encargado del cobro de extorsiones a los ‘pate grilleros’ (comercializan pategrillo, insumo para procesar cocaína), y comerciantes de la zona. Además, hacía inteligencia a la base militar que está ubicada en la zona de producción de petróleo.
Según la investigación, Ceballos también almacenaba armamento, material logístico y bélico del Eln y seguía las órdenes de alias ‘Elkin’, líder militar del frente.
“Era la mano derecha de alias ‘Cuchilla’ segundo cabecilla de un brazo armado de la zona de frontera en Venezuela. Lo dejó mandando ahí para el cobro de extorsiones, paso del contrabando y peajes ilegales”, dijo una fuente judicial.
Según se conoció, ‘Ozuna’ impuso el cobro de $20.000 en los peajes ilegales que hay en ese sector.
“Los que querían pasar, debían tener un tique que contaba con la firma de él, de no tenerlo, decomisaba lo que llevaran”, añadió la fuente.
En cuanto a Franklin Díaz, se pudo establecer que estaba dedicado a la venta de drogas que maneja esa estructura y, sobre ‘Yuber’, las autoridades conocieron que era la mano derecha alias ‘Pachelero’, un líder que fue capturado hace un año.
Otro golpe al Eln
Según la Fiscalía, gracias al trabajo conjunto con el Ejército y la Unidad de Información y Análisis Financiero (UIAF), fueron identificados y afectados con fines de extinción de dominio 438 bienes, entre inmuebles y semovientes, que habrían sido adquiridos con dineros producto del narcotráfico y actividades criminales ocasionadas por el frente de guerra nororiental del Eln.
“Las propiedades, cuyo valor asciende a 35.000 millones de pesos, estaban en cabeza de una red de presuntos testaferros, conformada por personas que posaban como grandes ganaderos o hacendados, para darles apariencia de legalidad a los activos ilícitos”, se lee en el informe oficial.
Los bienes fueron ocupados en Santander: Bucaramanga, Piedecuesta y Floridablanca; Cesar: La Gloria, Pelaya, Tamalameque y Río de Oro y Norte de Santander: Ocaña, Teorama y Convención.
