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Sucesos
En Puerto Santander no paran los asesinatos
Un hombre fue sacado de su casa por desconocidos y después apareció muerto.
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Jueves, 4 de Marzo de 2021

La mamá de Edicson Javier Correa Bernal, asesinado a balazos, en la vereda El Dave, de Puerto Santander, se resiste a creer que su hijo se haya convertido en una víctima más de la desmedida violencia que se pasea libremente por este municipio del área metropolitana de Cúcuta.

La mujer sigue aferrada a la ilusión de poder conversar con el segundo de sus tres hijos y de verle cumplir el sueño de construirle una casa, como siempre le prometía cada vez que la llamaba.

“Era muy buen hijo. Siempre quiso construirme un rancho. Cómo duele esto que está pasando, me destroza”, repetía la angustiada mamá, mientras adelantaba ayer los trámites para reclamar el cadáver de su hijo.

Correa Bernal, de 26 años, se dedicaba a la zapatería y compartía su tiempo libre jugando fútbol con sus amigos.

Llegó de Venezuela hace siete años para vivir inicialmente en Puerto Santander, junto con su mamá. Sin embargo, ella después se radicó en Cúcuta, mientras que Edicson Javier decidió mudarse al corregimiento Aguaclara.

La mujer aseguró que su hijo no estuvo involucrado en ningún grupo ilegal y que además, no tenía líos con la justicia en Colombia.

También desconoce si tenía algún problema o amenaza que pudiera desencadenar el homicidio.

 

El hecho

Según se conoció, dos hombres que se movilizaban en una motocicleta llegaron hasta la casa de la víctima y se la llevaron con rumbo desconocido, intimidándola con armas de fuego.

Entre tanto, la mañana de ayer, la Policía Metropolitana de Cúcuta fue alertada de que en la vereda El Dave estaba tendido el cadáver de Correa Bernal, quien recibió cuatro impactos de bala.

Por razones de seguridad, la funeraria Nuestra Señora del Carmen arribó a la escena del crimen y trasladó el cadáver al Instituto de Medicina Legal en Cúcuta.

Esta vereda de Puerto Santander ha sido un escenario de hechos violentos desde el año pasado, donde los homicidios se volvieron incontrolables para las autoridades.

La escala mortal se incrementó por la disputa entre el Ejército de Liberación Nacional (Eln) y la banda criminal Los Rastrojos, que mantiene a los habitantes de esta población en medio del pánico, por cuenta de las confrontaciones para el dominio del narcotráfico, las extorsiones y el contrabando.

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