También puede prestar atención a las reacciones emocionales de su hijo cuando no puede participar en estos videojuegos. La persona adicta, por lo general, se pone sumamente enojada, ansiosa o alterada al pensar en que debe alejarse de los juegos de video durante más de un breve período de tiempo. Cuando se les confronta acerca del tiempo perdido en el juego, las personas en esa situación no suelen admitir que necesitan reducir el tiempo de juego y muchos insisten en que su comportamiento es normal.
Es importante también anotar que la adicción a los videojuegos puede afectar significativamente la salud física. Debido a la naturaleza sedentaria de la mayoría de los videojuegos, las personas con adicción tienden a hacer poca actividad física, que podría resultar en obesidad, presión arterial alta, problemas hepáticos y diabetes tipo 2.
Mayo Clinic sugiere tener en cuenta las recomendaciones de la Academia Americana de Pediatría: los niños menos de 18 o 24 meses no deben usar medios ni redes de comunicación; en los niños de 2 a 5 años, se debe limitar el tiempo frente a una pantalla a no más de una hora diaria y se recomienda supervisar que estos vean programas de buena calidad; a medida que el niño crezca, usted tendrá que decir cuántos medios de comunicación permite que el niño use a diario y los tipos adecuados.
Si le preocupa una adicción al juego en su hijo, haga una cita con su médico de cabecera. Ese profesional puede evaluar la situación, darle guía y, en caso necesario, remitirle a un profesional especializado.
Si cree que el comportamiento de su hijo no llega al nivel de una adicción a los videojuegos, pero considera que le beneficiaría disminuir el tiempo que pasa frente a una pantalla, intente lo siguiente:
· Proponga en su casa un horario de espacios libres de tecnología, estos pueden ser durante las comidas.
· Realice actividades y excursiones familiares.
· Aleje las pantallas de los dormitorios de sus hijos y fije horarios diarios y semanales para el tiempo que se puede pasar frente pantalla esta.
Por último, mantenga una conversación en familia acerca del tiempo que pasan frente a la pantalla y hable sobre los beneficios de tener actividades al aire libre. Enseñarles a los niños sobre maneras positivas de conectarse y desconectarse de las pantallas puede ayudarles a proteger su seguridad y salud mental y física.