Una cuarta parte de los administradores de justicia de Norte de Santander no aisla sus prejuicios y mitos de su vida laboral, lo cual liga los valores patriarcales con su ejercicio profesional, en los casos de violencia basada en género.
El resultado fue revelado por el Ministerio del Interior en Cúcuta, durante la presentación del diagnóstico sobre factores de violencia de género, esta semana.
Allí, se demostró además que solo el 18 por ciento de los funcionarios tiene conocimiento específico sobre la jurisprudencia de la resolución de casos que versen sobre igualdad de género y no discriminación.
Así mismo, se indicó que solo la mitad de los funcionarios tiene conocimiento de la normativa nacional de violencia contra las mujeres, y apenas el 16 por ciento conoce la normativa internacional.
Según el ministerio, los resultados ponen en evidencia la marginalización de este tema, cuyos hallazgos no solo se presentaron en la región, sino también en Boyacá, Córdoba, Bolívar, Sucre, Cesar, Antioquia, Caldas, Chocó, Cauca, Meta, Tolima y Risaralda.
La Consejería presidencial de equidad para la mujer, en su estudio sobre tolerancia social e institucional a la violencia de género (2015), muestra que existe la creencia estatal según la cual las mujeres disfrutan la violencia.
Esto afecta las investigaciones y sanciones, porque se responsabiliza a las víctimas, se cohonesta una respuesta ineficaz y revictimizante, y se centra la garantía de no repetición en las mujeres.