Tres bandidos que lograron arrancar varias señales de tránsito en la vía Cúcuta-Pamplona y las llevaban en el platón de una camioneta fueron sorprendidos por la Policía. La situación, que se ha vuelvo repetitiva, tiene afectados a los usuarios de la vía tanto en materia de seguridad como a la Concesión Vial Río Pamplonita por las pérdidas económicas que ello representa.
En la vía que de Bochalema conduce al municipio de Pamplona, sector El Descanso, efectivos de la Policía les hallaron varias barandas metálicas de protección y señales de tránsito verticales.
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Daniel Ortíz Soto, jefe de la Seccional de Tránsito y Transporte de Norte de Santander, dijo que se logró la captura de estos tres sujetos “quienes estaban robando elementos de la concesión vial 4G por un valor de trece millones de pesos y que están destinados a la protección y seguridad vial de todos los actores que transitan esta vía nacional”.
Estas personas, de 33, 39 y 54 años de edad, quedaron a disposición de la Fiscalía y el vehículo fue inmovilizado.
Las pérdidas
La concesionaria informó, por medio de un comunicado, su preocupación por los hechos recientes. Dicen que además del costo económico de las señales de tránsito, el riesgo en seguridad vial es alto y puede afectar de manera grave a los usuarios que transitan a diario por este corredor.
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Añadieron que son repetidas las ocasiones en las que los ladrones hurtan este tipo de material, además de baterías de postes S.O.S, entre otras. “Siempre se da el aviso oportuno a las autoridades competentes quienes se encargan de tomar las medidas necesarias para capturar en flagrancia a los delincuentes. Como concesionario reponemos de manera inmediata los elementos que han sido robados con el fin de garantizar la seguridad de todos los usuarios”.
¿A dónde van a parar?
Los ladrones que se llevan estas señales de tránsito, piezas fundamentales para evitar accidentes, las venderían en chatarrerías clandestinas, ubicadas en Cúcuta y otros municipios del departamento. Situación que mantiene en alerta a las autoridades que además han conocido varios casos de esta clase de hurtos en el Canal Bogotá.
En la ciudad, el continuo robo de las señalizaciones ha generado que los conductores se confundan con respecto a acciones como no parquear, no cruzar, etcétera. Los robos comprenden el tramo del Canal Bogotá cercano al parque Antonia Santos y un centro comercial.
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Según algunos vecinos, los que las roban serían los habitantes de calle que jalan el paral de hierro de las señales al piso hasta que se desprende del cemento.
Una vez las arrancan las llevan presuntamente a algunas chatarrerías que funcionan a pocas cuadras del Canal, para venderlas. Cada señal pesa alrededor de 10 kilos.
En estos sitios aseguran no importarles el objeto que sea: el kilo lo pagan en $900, que es una cifra diminuta si se compara con el millón de pesos que le cuesta a la Alcaldía cada uno de esos elementos. Muy seguramente esta venta le deja al habitante de calle el dinero para la compra de drogas.
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