De las 7.558.854 víctimas reconocidas en el país, Norte de Santander cuenta en su territorio con 258.141.
A esta población, dispersa por los 40 municipios, es a la que ha querido llegar la Secretaría de Víctimas de Norte de Santander con la Unidad Móvil, una apuesta encabezada por el titular de este despacho, Luis Fernando Niño, y que completa 5 meses recorriendo las carreteras de la región.
“Cuando asumí la secretaría quise apostarle a descentralizar la atención, pues está claro que el grueso de las víctimas de este conflicto está fuera de Cúcuta, en los municipios del Catatumbo y otros tantos lugares donde la oferta institucional es a veces inexistente”, sostuvo Niño.
En un bus, donado por la Unión Europea durante la administración del gobernador William Villamizar, un equipo interdisciplinario de profesionales de la Secretaría de Víctimas ha llegado hasta Arboledas, Salazar de las Palmas, Gramalote, Cáchira, La Esperanza, El Zulia, Villa del Rosario y Los Patios, así como a diferentes barrios de Cúcuta, marcados por el accionar de los grupos violentos que hicieron y aún hacen presencia en estas zonas.
“En todos estos municipios hemos atendido a un total de 1.402 familias víctimas. La Unidad Móvil llega hasta los cascos urbanos de estos lugares y se instala en un lugar visible, como el parque central, y recibe a decenas de familias que quieren conocer cómo va su proceso de reclamación o, en algunos casos, a poner por primera vez su denuncia sobre algún hecho victimizante”, agregó el secretario.
Los relatos de las víctimas, crudos por naturaleza, esconden tras de sí el horror de la guerra que, en Norte de Santander, ha costado la vida de 38.354 personas, ha desplazado a 201.681 y ha desaparecido a 4.372.
“En estos recorridos, los profesionales de la secretaría han descubierto el trasfondo del conflicto, ese que no es noticia, que no se conoce y que aún hoy clama por justicia, tanto por parte del Estado como de los mismos grupos que lo han alimentado”, aseguró.
Y es quizás esa posibilidad de conocer de primera mano lo que han significado 50 años de violencia, lo que lleva a decir al secretario de Víctimas que la Unidad Móvil, sin que aún se firme el acuerdo de paz con la guerrilla de las Farc en La Habana (Cuba), ya está construyendo un escenario de posconflicto.
“El poder llegar hasta estas zonas a conocer lo que han sido tantos años de violencia, ayudar a las familias en sus procesos de reclamación ante el Estado, brindarles un espacio de recreación y esparcimiento, y acompañarlos en su esfuerzo por reconstruir la memoria del conflicto, siento que son los primeros pasos en lo que será el posconflicto en la región”, agregó.
La Unidad Móvil, una iniciativa que cuenta con el apoyo del gobernador Édgar Díaz, quien según el secretario Niño ha sido uno de los mayores impulsadores de esta propuesta, busca cerrar el año con la visita a
Pamplona, Pamplonita, Convención, Ocaña, El Carmen, Ábrego, La Playa Bucarasica, Sardinata, Villacaro, Lourdes, Durania y Bochalema.
“En Cúcuta visitaremos los corregimientos de Palmarito y Banco de Arena y hacia mediados de noviembre iremos al corregimiento de La Gabarra (Tibú) donde participaremos del Festival de la Vida”, enfatizó Niño, quien además en los últimos días suspendió un viaje de la Unidad Móvil a la provincia de Ocaña para ponerla al servicio de los colombianos deportados por el gobierno venezolano.
“La Unidad ha visitado todos los albergues y ha empezado un trabajo con estos colombianos que hace muchos años iniciaron sus procesos de reclamación ante el Estado o, incluso, nunca declararon su situación porque huyeron hacia el vecino país por culpa de la violencia”, finalizó diciendo.