El pasado jueves, el denominado grupo criminal del ‘Clan del Golfo’ inició un paro armado en el país, en represalia por la extradición de su principal cabecilla, Dairo Antonio Úsuga, alias ‘Otoniel’.
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Situación que desencadenó una serie de hechos delictivos en diferentes zonas del país, especialmente en el departamento de Antioquia y en la Costa Atlántica, donde más de 100 vehículos fueron quemados, varios pueblos tuvieron que confinarse y en donde al menos 6 personas perdieron la vida.
Todos estos actos repercutieron en el desarrollo de las actividades económicas del país, como en Norte de Santander, donde los transportadores de carga y las empresas de transporte de pasajeros se vieron afectados.
“Se presentó un panorama de una disminución leve, sobre todo los transportes que van a Cartagena, Barranquilla, Santa Marta y Medellín, lo demás afortunadamente está funcionando normal”, detalló José Villota, gerente de la Central de Transportes de Cúcuta.
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Villota indicó que en al menos un 20% disminuyó la salida de buses hacia las zonas ya mencionadas, sobre todo para Antioquia. Las empresas de transporte decidieron suspender las rutas y esperar que la situación se normalice, para poder despachar pasajeros.
“A nosotros como conductores todos esos paros nos dan miedo, porque sean allá o acá, nos afectan por igual. En días así, es mejor guardar los vehículos, porque el riesgo es grande, entonces han sido días de mucha tensión”, dijo uno de los conductores de la terminal.
Román Jácome, gerente de la empresa Cootransunidos, mencionó que, aunque no tienen despachos hacia la Costa Norte, si se vieron afectados por unos cierres preventivos que implementaron las autoridades por la vía Ocaña-Bucaramanga desde las 6:00 de la tarde hasta las 6:00 de la mañana del día siguiente.
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“Es una limitante para poder despachar vehículos, porque no los dejan circular para evitar que sean quemados por el Clan del Golfo, pero todo ha transcurrido con normalidad”, agregó Jácome
“Hay temor”
Por su parte, Leonardo Méndez, director regional de la Federación Colombiana de Transportadores de Carga por Carretera (Colfecar), indicó que, aunque entre los conductores hay temor por todas estas acciones violentas, han contado con el respaldo de la Fuerza Pública.
El directivo destacó que con responsabilidad siempre le hacen frente a cualquier adversidad, poniendo como ejemplo que, durante la pandemia, a pesar de tenerle miedo a la COVID, no dejaron de trabajar para que a cada rincón del país y de Norte de Santander, llegaran los productos de la canasta básica entre otros insumos.
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“Siempre hemos estado en contacto con la Policía y el Ejército Nacional tratando de organizar caravanas con el fin de estar seguros, pero mire que uno ve, ni que vaya escoltado, esta gente no respeta la vida de los demás. Queman carros que aún no se han terminado de pagar y eso desmoraliza a cualquiera”, dijo Méndez.
El representante de Colfecar destacó que, de las cerca de 60 empresas que se encuentran afiliadas y distribuidas en diferentes municipios como Ocaña, Pamplona, Ábrego y Cúcuta, todas están en constante comunicación para conocer cómo están las vías, ya sea para reportar deslizamientos o situaciones relacionadas con la temporada invernal o hechos de violencia que los puedan perjudicar.
"Nos arriesgamos todos los días, primero porque tenemos una familia que mantener y porque todos los colombianos necesitan recibir los productos, en cada carretera corremos riesgos, especialmente en las de la región, pero tenemos el respaldo de la Policía. Esperamos que esta violencia acabe pronto", expresó Manuel Prada, conductor de carga pesada de la región.
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