

Para estas festividades decembrinas de fin de año, los niños y jóvenes de la comunidad urbana y rural del municipio de Labateca recibieron sonrisas y regalos con un fuerte sentido ambiental, gracias a la campaña ecológica impulsada por la Fundación Ambiental del Valle de las Angustias (Favan).
Esta organización comunitaria sin ánimo de lucro nació hace mes y medio bajo la necesidad de fomentar una mejor conciencia ambiental en la comunidad labatequense sobre la preservación de los recursos naturales y conservación del medio.
Se conforma por un grupo base de jóvenes adultos que se encuentran en profesionalización sobre áreas ambientales, agrónomas, industriales, jurídicas y sociales. También se han vinculado niños y jóvenes del sector urbano y rural del municipio durante el transcurso de las actividades.
Desde entonces, han desarrollado actividades que conllevan al mejoramiento ambiental, social y cultural del municipio.
A la fecha, han ejecutado tres grandes acciones en el marco de las fiestas de fin de año. La primera fue una socialización a los jóvenes del municipio para que conocieran el proyecto y se vincularan a las siguientes campañas.
Esto debido a que, desde la juventud y la niñez, buscan tomar conciencia de los actos propios y de las comunidades para aportar al desarrollo social y crear mejores oportunidades de vida ambiental a generaciones futuras.
La siguiente jornada fue la creación del pesebre ecológico, una actividad que reunió a la comunidad en torno a la alegría, el compañerismo y todos los sentimientos que despierta la navidad.
Para hacerlo posible, recolectaron material reciclable como tapas de gaseosa y de cerveza, cartón, plásticos, CDs, llantas, entre otros, lo que les permitió crear diseños navideños y diferentes figuras.
La más reciente significó una macroexperiencia positiva, con la entrega de detalles a niños de la zona norte y sur del municipio.
Lo más llamativo de la campaña fue la forma particular de utilizar el empaque, puesto que era hecho de papel periódico o de revista y envuelto en moños de cabuya. Al final de cada entrega, se hacía hincapié en las dinámicas de desecho de residuos, en la que se les orientó cómo votar correctamente los empaques, para que ellos lo transmitieran a sus padres y a sus comunidades.