La Gobernación de Norte de Santander y el Instituto Departamental de Salud (IDS) afinan desde el Plan Ampliado de Inmunización (PAI), todo el esquema de vacunación contra la COVID-19 para iniciar la aplicación a la población del departamento una vez el Gobierno Nacional envíe las 340.000 vacunas en la primera fase como parte del Plan Nacional de Vacunación.
El gobernador, Silvano Serrano, ratificó que la vacunación se iniciará en febrero en el país, cuya distribución preliminar proyectada se dará con 340.651 dosis destinadas para el departamento en la fase 1, y 717.051 en la fase 2, para un total de 1.057.702 vacunas.
En ese total para Cúcuta se dispondrá de 200.653 vacunas en la fase 1, y 350.091 en la fase 2, para un total de 550.744.
Siguiendo los lineamientos del Ministerio de Salud, Serrano instaló la estrategia junto al director del IDS Carlos Martínez, la Alcaldía de Cúcuta y el Comité técnico de planeación, gestión logística, ejecución, seguimiento y control del proceso de inmunización COVID-19 en
Norte de Santander, con el propósito de poner en marcha la logística necesaria que permitirá aplicar el total de vacunas asignadas para la región.
Martínez explicó que la logística de distribución de la vacuna con cadena de frío convencional parte desde el laboratorio productor, aeropuerto, almacenamiento central en Colombia, el posterior traslado a la región y a la ciudad, generalmente en puestos de salud, y finalmente a los vacunadores y así a la población objeto.
La estrategia de vacunación designada se inicia con la identificación de la población priorizada, asignación de fecha y hora de atención, posteriormente la IPS vacunadora seleccionada cumple con la explicación del procedimiento, lo que procede a la firma de consentimiento informado y de allí a la vacunación segura, registro y entrega de carné con fecha de la próxima cita para la segunda dosis, según el funcionario.
El Gobernador destacó a su vez las acciones desarrolladas desde el inicio de la emergencia sanitaria entre ellas inversiones en materia de salud para hacerle frente al coronavirus dentro del plan de acción dispuesto, pasando de tener 134 camas en Unidad de Cuidados Intensivos al inicio de la pandemia a contar en la actualidad con 430, triplicando la capacidad instalada en el departamento.
Otro de los aspectos destacados por Serrano tiene que ver con la inversión por más de $30.000 millones para lograr que se pudiera contar con el personal médico, los recursos suficientes para el funcionamiento del Hospital Universitario Erasmo Meoz, la implementación de camas UCI en Ocaña y Pamplona, la adquisición de ambulancias, los dos laboratorios para el procesamiento de pruebas PCR de la Universidad de Pamplona y el Laboratorio de Salud Pública Departamental, lo que en su criterio se logró con el apoyo del Gobierno Nacional y todo el acompañamiento de la cooperación internacional.
Dijo que el gobierno departamental enfrenta en este momento un gran reto que es el plan de vacunación para lo cual fue constituido el comité ejecutivo técnico de acompañamiento y de gerencia al plan regional de vacunación COVID-19, que en una primera fase contará con más de 340.000 vacunas para los nortesantandereanos, que atenderá a los médicos y personal de salud que está en la primera línea de atención y a los mayores de 80 años, y continuará según el cronograma dispuesto por el Ministerio de Salud.
“Antes del 20 de enero debe estar listo el plan de vacunación y dispuesta toda la logística necesaria para que en los primeros días de febrero cuando en el país empiecen a aplicarse las primeras vacunas de ensayo, si Norte es uno de los departamentos priorizados se pueda cumplir esa etapa, puntualizó Serrano.
Capacidad hospitalaria
Carlos Martínez dijo por su parte que algunas de las acciones que se cumplieron desde el Instituto Departamental de Salud de la mano con el Gobernador, permitieron destinar $46.000 millones para las ESE Hospital Universitario Erasmo Meoz, Emiro Quintero Cañizares de
Ocaña y San Juan de Dios de Pamplona y el IDS.
Entre ellas la expansión de la capacidad hospitalaria, gestión en coordinación con el Ministerio de Salud y Protección Social, la red pública y privada de atención en salud y autoridades municipales.
En marzo de 2020 se inició con 128 camas UCI y en la actualidad hay 430, una expansión de 302 camas de cuidado crítico en el departamento, precisó el funcionario.
Así mismo, se tomaron 92.148 muestras de PCR en Norte de Santander, donde el Laboratorio de Salud Pública Departamental hizo entre 80 y 120 pruebas diarias, labor cumplida por el empeño del personal y el apoyo del Gobierno Nacional para su fortalecimiento.
Dicho laboratorio recibió la dotación necesaria para el funcionamiento, así como la implementación de la técnica molecular PCR en tiempo real (rt-PCR) para mejorar la capacidad diagnóstica de la COVID-19, beneficiando a la población migrante, población pobre no identificada y conglomerada.
La inversión fue de $1.330 millones aportados el 31 de marzo de 2020 por el Ministerio de Salud y Protección Social y cerca de $188 millones de recursos del Sistema General de Participaciones, adecuaciones que se llevó a cabo en un tiempo de cinco meses.
El director del IDS destacó igualmente la adquisición de cinco ambulancias medicalizadas a fin de fortalecer la capacidad de respuesta y traslado de pacientes sospechosos o positivos de la COVID-19.
La inversión fue de $1.600 millones, destinándose $320 millones por cada entidad: Ábrego, ESE Regional Noroccidental; Gramalote, Regional Centro; Cúcuta, Hospital Universitario Erasmo Meoz; Chinácota, ESE Suroriental; Tibú, Regional Norte.
El director explicó que el departamento cuenta con un centro de operaciones encargado del monitoreo de la región en cuanto a eventos epidemiológicos COVID-19, trabajo que se consolida desde la Sala de Análisis de Riesgo (SAR) donde se analizan los casos notificados como probables, sospechosos o confirmados, y se direccionan estrategias de vigilancia.
En ese sentido la SAR se constituye como la principal herramienta para el seguimiento y análisis diario de los casos de coronavirus y desde allí se direccionan las estrategias e intervenciones de vigilancia con todos los municipios del departamento articulados con el Instituto Nacional de Salud, Entidades Administradoras de Planes de Beneficios (EAPB) e IPS.
En la puesta en marcha se invirtieron $117 millones en mejoras locativas, suministro de mobiliario y equipos para funcionamiento, de la mano del observatorio de COVID-19, que está bajo la coordinación con cooperación internacional, con recursos por $99 millones.
La estrategia Prass: Pruebas, Rastreo y Aislamiento Selectivo Sostenible, que ejecuta acciones para detectar casos confirmados, establecer cadenas de contagios, tamizaje de contactos, seguimiento y aislamiento de contactos estrechos, mientras que mediante el proyecto Seroprevalencia del IDS se estableció que solo el 35% de la población en el departamento crea anticuerpos para la COVID-19, es decir que el 65% está susceptible al virus, dijo finalmente Carlos Martínez.