
La Asociación de Avicultores de El Tarra (Asoavitar) creada en 2006, es uno de los proyectos destacados por la administración municipal debido a su enorme capacidad productiva de 2.500 pollos mensuales que abastecen al 70% de los consumidores del casco urbano.
De acuerdo con el alcalde, Jorge Mario Arenas, la historia del proyecto “es la prueba de que con constancia y voluntad de trabajo, se alcanzan metas impensables”.
Según comentó, la iniciativa empezó con 9 personas, y en nueve años los beneficiarios llegan a 50 personas, que ya tienen experiencia en asistencia técnica y producción de esta carne.
“Es un proyecto que ha sido serio y en el que la gente ha colaborado incansablemente”, dijo Arenas. “En este instante tienen una planta ubicada en la vereda El Llano, a un kilómetro del casco urbano, que está en un 50% de avance de infraestructura”.
Al respecto relató que dicha planta, aunque está en obra negra, cuenta con equipos para el desvicerado y para quitar las plumas, así como con bandejas y cuchillos eléctricos de calidad.
Proyecto en marcha
Pese a los actuales beneficios que genera la producción avícola, a la Asociación le hace falta el último eslabón para consolidar sus metas: un cuarto frío.
Para lograrlo, ayer se presentó la propuesta en la mesa de proyectos productivos de desarrollo rural con enfoque territorial, liderada por la secretaría de Desarrollo Económico.
Allí, el mandatario presentó la iniciativa de construcción que requiere la destinación de 119 millones de pesos, por parte del Incoder, recursos con los que se terminaría la parte física de la planta de beneficio.
“Se necesita el apoyo en esta parte de infraestructura, porque ha sido un proyecto de largo plazo en que la gente ha mantenido con mucho esfuerzo”, agregó.
Según dijo en su presentación, entre las ventajas que tendrá el proyecto están el empoderamiento en las técnicas de cultivo, la disponibilidad de tierra, el reconocimiento de la organización en el mercado regional, las vías de comunicación y las condiciones agroecológicas favorables.
Solo con la construcción de esta zona de la planta, se beneficiarán 29 personas que además son las que se han quedado en cierta desventaja en cuanto a la construcción de galpones y la capacitación en asistencia técnica.
Con este proyecto, mejoraría la competitividad de Asoavitar pues se podría producir el cien por ciento del pollo de consumo en El Tarra, sin temor de los comerciantes provenientes de Bucaramanga, y se garantizaría una cadena de frío que podría incluso favorecer la venta del pollo en otros municipios.
“También llega pollo en bandeja a las tiendas y aunque no es una competencia grande la meta es poder cubrir, en principio, el consumo del casco urbano”, refirió Arenas.