El descontento por la instalación de casetas de peajes entre el trayecto Cúcuta y Bucaramanga ha ido aumentando al considerar que serán lesivos para las comunidades urbanas y rurales de los santanderes.
En esta oportunidad la protesta se concentró en el corregimiento de La Laguna, comprensión municipal de Silos y Mutiscua, en donde se dieron cita delegaciones de Norte de Santander, Santander, Arauca y Boyacá.
El común de las consignas fue: no más peajes en las carreteras del Gran Santander.
Como también se manifestaron en contra de la instalación de básculas y la delimitación del Páramo de Santurbán.
En ese punto se organizó la marcha que tenía como destino la entrada al ramal de Mutiscua, pero por la fuerte lluvia, el frío y la espesa neblina se suspendió al recorrerse más de cinco kilómetros.
Pablo Antonio Anaya Cuadros, presidente del Concejo de Tona (Santander) dijo que el clamor es general en la región y que es importante la jornada de La Laguna, porque es una muestra del rechazo que se tiene por la instalación de nuevas casetas de cobro vehicular.
Para el productor agropecuario es ilógico que entre Bucaramanga y Cúcuta se vayan a tener cinco peajes y varias básculas de pesaje de vehículos que encarecerán el transporte de todos los productos.
Detalló que en el caso de Santander, en menos de 50 kilómetros van a tener dos peajes.
“Los campesinos que producimos al día más de 400 toneladas de cebolla junca vamos a ser los más perjudicados con estas nuevas imposiciones del Gobierno Nacional”, manifestó.
Luis Villamizar Jaimes, representante de la comunidad de Guaca (Santander), cree que va a ser un duro golpe para la economía del oriente colombiano.
Manuel Antonio Jaimes, residente en la vereda Arenales, sector de Berlín, manifestó que con estas decisiones lo que se quiere es acabar con la gente que cultiva la tierra y protege el agua.
El alcalde de Silos, Nelson Martínez, también se unió a las manifestaciones de rechazo a los nuevos peajes y afirmó que se van a vulnerar los derechos de los campesinos que tendrán que pagar mucho dinero para desplazarse a las capitales de los santanderes.
El diputado pamplonés, Jhon Eddison Ortega Jácome, afirmó que están esperando respuesta de la ANI y el Ministerio de Transporte para hacer el debate en la Asamblea para llegar a punto de acuerdo que no vayan a afectar a las comunidades regionales.
El representante de la Coordinación Nacional Agrario Jorge López Ardila, considera que las nuevas casetas van a lesionar también la movilidad la gente y de los productos procedentes de Arauca y Boyacá.
El representante del transporte y profesionales de Cubará (Boyacá), Wilder Villamizar Granados, manifestó que van a estar en pie de lucha para que el Gobierno decline esa imposición, ya que afectará principalmente la economía campesina.
El presidente de la Asociación de Transportadores de Arauca, Rodolfo Delgado, dijo que de ese sector del país salen muchos productos agrícola y ganado, por lo que, los quieren volver esclavos del trabajo al tener que pagar más tributos por transporte.
Él representa a 370 transportadores de Arauca que a diario utilizan estos corredores para llevar alimento e insumos a las comunidades del país.
Silos
Las nuevas estaciones de peajes en el corredor Bucaramanga-Pamplona estarán localizadas en jurisdicción del municipio de Tona (Santander), sector Villa Joseia, PR 18+000 y Mutiscua (Norte de Santander), PR 98+0000, ruta 6603 ambas con cobros bidireccionales.
Entre Cúcuta y Pamplona estará el nuevo peaje en el PR 78+230, de la Unidad Funcional 2 a cargo de la concesión Unión Vial Río Pamplonita.
Las tres nuevas casetas de cobro vehicular se complementarán con las dos antiguas localizadas en El Picacho, PR 48+000 (Santander) y Los Acacios, PR 120+000 (Norte de Santander).
Los primeros brotes de descontento surgieron en noviembre de 2020 cuando la comunidad de Tona salió a protestar a la vía al considerar que afectará la movilidad de productos agropecuarios y demás usuarios de la carretera entre Bucaramanga y Cúcuta.
Y este año se sumaron al descontento las comunidades de Mutiscua, Pamplona y Pamplonita, que también rechazan la instalación de más peajes en la región.
