Domingo, 20 de Julio de 2014
~
No existe en Cúcuta y su área metropolitana una arraigada cultura de
colaboración con la justicia frente a casos de delincuencia. Ni siquiera
con el pago de dineros o recompensas se ha logrado construir, del todo,
un ambiente propicio para que se delate a quienes se dedican a cometer
diferentes delitos.~
Los elementos incautados este año por datos aportados por informantes suman $1.435 millones 452 mil 900.
No existe en Cúcuta y su área metropolitana una arraigada cultura de colaboración con la justicia frente a casos de delincuencia. Ni siquiera con el pago de dineros o recompensas se ha logrado construir, del todo, un ambiente propicio para que se delate a quienes se dedican a cometer diferentes delitos. Cifras de la Policía revelan que tan solo un pequeño grupo de personas entrega información a las autoridades judiciales a fin de esclarecer los casos de corte criminal.
En lo corrido de este año apenas 62 casos se pudieron investigar con datos aportados por personas que se atrevieron a orientar a policías para lograr capturas e incautaciones de armas de fuego y otros elementos usados en contravía al Código de Procedimiento Penal colombiano. El número es casi nulo si se tiene en cuenta que los seis municipios metropolitanos suman más de 800.000 habitantes.
¿A qué se debe la poca participación ciudadana? Posiblemente a temores por futuras retaliaciones por parte de los líderes de bandas o grupos al margen de la ley y, además, a los miedos a que miembros de la instituciones judiciales filtren los nombres de los informantes.
Sin embargo, el comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, coronel Gonzalo Carrero Pérez, explicó que los uniformados que interactúan con los informantes hacen parte de un selecto grupo de hombres de confianza de la institución, quienes, están obligadas a garantizar la seguridad en el flujo de la información.
“No podemos ser indiferentes con respecto a los problemas de seguridad de la ciudad. Necesitamos información y las comunidades saben bastante y de primera mano. Informando se mejora la convivencia y, quien lo hace, se beneficia de los dineros que da la institución”, dijo el oficial.
Carrero Pérez además precisó que los pagos, de lograrse las capturas y los decomisos, siempre se hacen efectivos. “No hay forma de que no se le entregue el dinero al informante o que se le oculte la verdad de las operaciones. Siempre se hacen públicos los positivos de la Policía en los medios de comunicación”, añadió.
Solamente la Policía, en el año, tiene asignados $160 millones para la compra de información. Se trata de un presupuesto destinado por el Ministerio de Defensa Nacional para fortalecer la inhabitual profesión de informante.
Podrán suministrar información personas naturales que sean mayores de 18 años.
Los interesados deben acercarse directa y únicamente a los cuerpos de inteligencia de la Policía. A la Sijín, sobre la avenida Camilo Daza, o a la Sipol, en el comando de la Policía en San Mateo. Hay que tener en cuenta que la información no se le debe entregar a uniformados de vigilancia por cuadrantes. Ellos no están habilitados para coordinar pagos.
Los uniformados que atiendan al informante escucharan inicialmente la cantidad de dinero exigida por este para entregar los detalles que llevarán a ubicar a objetivos delincuenciales o elementos ilegales.
Una vez conocida la cifra solicitada por el informante, representantes de la Policía desarrollarán un comité evaluador para determinar si es viable la propuesta económica. El monto de dinero se acordará con base a una tabla de pagos establecida por el Ministerio de Defensa. De no darse un acuerdo inmediato se efectuará una especie de negociación entre las dos partes.
Si el informante decide colaborar con la justicia, por la cantidad de dinero pactada, se le asignará un investigador, a quien deberá precisarle minuciosamente la información sobre delincuentes, armas, droga o demás elementos usados ilícitamente.
El investigador guiará al interesado a donde unos agentes que manejan un kardex especial para el registro de informantes.
La persona interesada revelará unos datos personales básicos, tras lo cual se le asignará un código alfanumérico especial en el Sistema Operativo de Gastos Reservados (Sogar) de la Policía, que se vigila desde Bogotá. En dicho sistema se guardará finalmente parte de la información aportada.
El proceso de recepción de información y de verificación policial de la misma no tiene una fecha exacta de duración. En algunos casos las investigaciones avanzan rápidamente y en otros no.
Efectuados los operativos, y tan solo después de logradas las capturas o los decomisos, se inician los procedimientos para hacer efectivos los pagos al informante. El dinero se entregará en efectivo.
En los pagos de información o recompensas, generalmente, hacen presencia representantes de la Policía, la Personería y del Ministerio Público.
Enero 0
Febrero 12.000.000
Marzo 13.900.000
Abril 19.418.000
Mayo 13.498.500
Junio 17.695.000
Julio 27.000.000
Total 103.511.500

No existe en Cúcuta y su área metropolitana una arraigada cultura de colaboración con la justicia frente a casos de delincuencia. Ni siquiera con el pago de dineros o recompensas se ha logrado construir, del todo, un ambiente propicio para que se delate a quienes se dedican a cometer diferentes delitos. Cifras de la Policía revelan que tan solo un pequeño grupo de personas entrega información a las autoridades judiciales a fin de esclarecer los casos de corte criminal.
En lo corrido de este año apenas 62 casos se pudieron investigar con datos aportados por personas que se atrevieron a orientar a policías para lograr capturas e incautaciones de armas de fuego y otros elementos usados en contravía al Código de Procedimiento Penal colombiano. El número es casi nulo si se tiene en cuenta que los seis municipios metropolitanos suman más de 800.000 habitantes.
¿A qué se debe la poca participación ciudadana? Posiblemente a temores por futuras retaliaciones por parte de los líderes de bandas o grupos al margen de la ley y, además, a los miedos a que miembros de la instituciones judiciales filtren los nombres de los informantes.
Sin embargo, el comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, coronel Gonzalo Carrero Pérez, explicó que los uniformados que interactúan con los informantes hacen parte de un selecto grupo de hombres de confianza de la institución, quienes, están obligadas a garantizar la seguridad en el flujo de la información.
“No podemos ser indiferentes con respecto a los problemas de seguridad de la ciudad. Necesitamos información y las comunidades saben bastante y de primera mano. Informando se mejora la convivencia y, quien lo hace, se beneficia de los dineros que da la institución”, dijo el oficial.
Carrero Pérez además precisó que los pagos, de lograrse las capturas y los decomisos, siempre se hacen efectivos. “No hay forma de que no se le entregue el dinero al informante o que se le oculte la verdad de las operaciones. Siempre se hacen públicos los positivos de la Policía en los medios de comunicación”, añadió.
Solamente la Policía, en el año, tiene asignados $160 millones para la compra de información. Se trata de un presupuesto destinado por el Ministerio de Defensa Nacional para fortalecer la inhabitual profesión de informante.
Ruta para la venta de información a la Policía
Podrán suministrar información personas naturales que sean mayores de 18 años.
Los interesados deben acercarse directa y únicamente a los cuerpos de inteligencia de la Policía. A la Sijín, sobre la avenida Camilo Daza, o a la Sipol, en el comando de la Policía en San Mateo. Hay que tener en cuenta que la información no se le debe entregar a uniformados de vigilancia por cuadrantes. Ellos no están habilitados para coordinar pagos.
Los uniformados que atiendan al informante escucharan inicialmente la cantidad de dinero exigida por este para entregar los detalles que llevarán a ubicar a objetivos delincuenciales o elementos ilegales.
Una vez conocida la cifra solicitada por el informante, representantes de la Policía desarrollarán un comité evaluador para determinar si es viable la propuesta económica. El monto de dinero se acordará con base a una tabla de pagos establecida por el Ministerio de Defensa. De no darse un acuerdo inmediato se efectuará una especie de negociación entre las dos partes.
Si el informante decide colaborar con la justicia, por la cantidad de dinero pactada, se le asignará un investigador, a quien deberá precisarle minuciosamente la información sobre delincuentes, armas, droga o demás elementos usados ilícitamente.
El investigador guiará al interesado a donde unos agentes que manejan un kardex especial para el registro de informantes.
La persona interesada revelará unos datos personales básicos, tras lo cual se le asignará un código alfanumérico especial en el Sistema Operativo de Gastos Reservados (Sogar) de la Policía, que se vigila desde Bogotá. En dicho sistema se guardará finalmente parte de la información aportada.
El proceso de recepción de información y de verificación policial de la misma no tiene una fecha exacta de duración. En algunos casos las investigaciones avanzan rápidamente y en otros no.
Efectuados los operativos, y tan solo después de logradas las capturas o los decomisos, se inician los procedimientos para hacer efectivos los pagos al informante. El dinero se entregará en efectivo.
En los pagos de información o recompensas, generalmente, hacen presencia representantes de la Policía, la Personería y del Ministerio Público.
Dinero pagados en 2014
Mes Dinero
Enero 0
Febrero 12.000.000
Marzo 13.900.000
Abril 19.418.000
Mayo 13.498.500
Junio 17.695.000
Julio 27.000.000
Total 103.511.500