Las autoridades sospechan que este caracol originario del este de África llegó a Florida, en el sureste de Estados Unidos, porque alguien lo trajo para tenerlo como animal de compañía.
"Su carne es blanca en comparación con la mayoría de los caracoles de este tipo que son amarronados, y ese fenotipo es muy popular en el comercio de mascotas", dice Stanley.
A pocos metros de él, Mellon, un perro adiestrado para localizar al caracol, camina con su instructora por una propiedad de New Port Richey.
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El labrador se dirige hasta debajo de un árbol, busca entre la hierba, olfatea y, cuando localiza a uno de sus objetivos, se sienta encima.
Con su ayuda y la de otro perro rastreador, se han encontrado ya unos 1.200 ejemplares del caracol en esa zona del condado de Pasco, donde se está tratando de erradicar la invasión con metaldehído, un pesticida inofensivo para humanos y animales, según las autoridades de Florida.
Un peligro para los humanos
El Departamento de Agricultura también ha impuesto un área de cuarentena en New Port Richey, de la que no se pueden sacar plantas ni ningún otro material vegetal ante el riesgo de diseminación.
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"Otro problema de este caracol es que es portador del gusano pulmonar de la rata, que puede causar meningitis en los humanos", dice Stanley.
Ese parásito, detectado entre los ejemplares del condado de Pasco, entra en los pulmones de las ratas cuando éstas se comen a los caracoles, y desde ahí se dispersa al toser los roedores.