En las últimas semanas, los nadadores nortesantandereanos han sido noticia por su buen desempeño.

David Capacho fue convocado a la preselección Colombia juvenil y Freddy Alejandro Arévalo recibió una beca por parte de la Federación Colombiana de Natación para asistir a un campamento a fin de año en Tailandia.

Ahora, el waterpolista cucuteño Alejandro José Santos Jaimes, de 17 años, fue llamado a Selección Colombia que representará al país en el campeonato Suramericano Sub-18 de waterpolo (polo acuático), que se disputará en Lima, Perú en la segunda semana de noviembre.

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Será la primera vez en la historia de este deporte que un nortesantandereano haga parte de una selección nacional en esta modalidad

Alejandro José siempre le gustó estar en el agua, desde pequeño, cuenta su mamá Alexa Jaimes, quien asumió el rol de mánager de su hijo. 

Siempre lo ha acompañado en todas las actividades deportivas que practicó hasta que se decidió por el polo acuático y hoy es todo un deportista en camino a la élite. Llegar a una Selección Colombia era su gran sueño y lo ha conseguido.

Se inició con el club Antaios de waterpolo de la Liga de Norte de Santander, dirigido por el entrenador Sergio Lara.

En busca de un sueño

Por circunstancias de la vida y buscando oportunidades para crecer en el deporte, Alejandro se trasladó en mayo pasado a Medellín donde presentó pruebas en el Club CPA, al cual pertenece actualmente y en el que ha continuado el proceso de formación que lo tiene en la Selección Colombia, antes de jugar en un club de Copacabana, Antioquia.

Allí, los entrenadores de la liga vieron el talento del cucuteño y no dudaron en ficharlo tanto así que ya representa a la Selección Antioquia. 

La semana pasada, tras un proceso de preselección en el que participaron 34 waterpolistas de varias ligas de Colombia, Santos Jaimes, quien estudió en el colegio Cardenal Sancha, fue uno de los escogidos.

Pero, ¿cómo logra ganarse ese puesto que no es fácil en ninguna Selección Colombia?

“Empieza de una manera poco común, porque realmente no estaba en mis planes llegar a vivir a Medellín, aunque desde 2019 vengo jugando con clubes de la capital antioqueña para mantenerme en competencia. Estando acá surgió la posibilidad de entrar a una Selección Antioquia, ahí se inició el proceso para estar en la Selección Sub-17, luego en la Sub-18 y después el coordinador de entrenadores pidió que debía entrenar con la Selección absoluta de mayores”, contó el nortesantandereano.

Para ese momento, Alejandro tenía 14 años y aunque por su edad pareciera verse como un niño, sus 1,85 de estatura y sus 90 kilos de peso no lo hacían diferente al resto del equipo.

Los entrenadores sabían que veían Alejandro José una ´perla’ para pulir y que puede llegar a ser uno de los mejores jugadores de esta disciplina en el país. 

Esfuerzo de familia

Para lograr todos estos sueños, este nortesantandereano echado para adelante no solo contó con el apoyo de su papá Alejandro José y de su mamá Alexa, sino además con el respaldo de las hermanas del colegio Cardenal Sancha donde Alejandro cursó noveno y décimo grado, quienes les facilitaron los permisos para que pudiera viajar a Medellín a jugar en los torneos de la liga, con la condición que no podía fallar en sus estudios, compromiso al que siempre respondió, dejando sorprendido a sus profesores.

En ocasiones llegó a faltar una semana a clases, pero nunca se atrasó en las notas.

Al recibir la noticia de que fue convocado a la Selección Colombia, Alejandro narró cómo vivió aquel momento. 

“Es una alegría indescriptible, se me aguaron los ojos. Salí corriendo buscando el celular para llamar a mis papás y contarles que estoy en la Selección Colombia. Es tocar el cielo y saber que todo lo que se trabajó, se luchó, los sacrificios y dejar la familia, vale la pena”, confesó Alejandro José Santos Jaimes.

De esos sacrificios a los que también se refiere son las horas de entrenamiento combinadas con el estudio, las cuales en promedio son cinco, dos sobre el medio día y tres en la noche, y el resto del día lo dedica a terminar el grado once de bachillerato el cual hace a través de un colegio virtual.

Asimismo, el nadador recalcó que “tengo 17 años, pero cuento con la fortuna de tener muchas horas de vuelo, de curtirme en torneos importantes con los mayores del país desde que jugué con la selección Norte”.

Y anotó: “Yo juego con la selección Norte de mayores desde que tenía 13 años y entonces aprendí realmente que cuando uno sabe que se preparó, que dio el máximo en cada entrenamiento, en la competencia se debe dar el cien por ciento, y recoger todo lo que se hizo en proceso de entrenamiento”, aseveró el boyista (delantero) de la Selección Colombia.

De las raíces en el deporte señaló que “empiezo con Sergio Lara que fue mi primer entrenador y al que le debo mucho de lo que soy hoy. Me conoce desde niño y me decía que fuera a entrenar waterpolo y después de los Juegos Nacionales de 2015 (de Ibagué) se creó un semillero para formar la nueva selección Norte. Él habla con mi mamá, le dice y asisto a una clase y desde ese primer entrenamiento supe que este deporte me había gustado, practiqué fútbol, baloncesto, tenis, natación, siempre ha gustado el agua, pero no quería solo nadar, quería algo diferente y el waterpolo apareció en mi vida”.

Jugar en el exterior

Alejandro dice que el sueño de todo polista es jugar en las grandes ligas europeas y “mi sueño personal es jugar algún día en la Liga española, en la división de honor”, comentó el joven cucuteño.

Con respecto a las expectativas que tiene del Suramericano que van a afrontar manifestó que “sin miedo le digo que vamos con todo al Suramericano, tenemos un equipo muy sólido, bien preparado conformado por 13 jugadores, ocho de Antioquia, uno de Norte de Santander y cuatro del Valle. Los rivales a vencer son Brasil y Argentina, pero vamos a traernos esa medalla de oro”, dijo muy seguro el destacado jugador. 

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