La sociedad Misioneros de San Carlos Scalabrinianos culminó la construcción de su Centro Integral de Atención al Migrante (Ciami) en Villa del Rosario para atender a la población vulnerable y colombiana en Norte de Santander. Es el segundo espacio de este tipo que funciona en el país, ya que en el barrio Santa Fe, en Bogotá, inauguraron otro CIAMI, donde ofrecen atención integral a migrantes venezolanos, refugiados y desplazados nacionales.        

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Debido a la situación compleja que viven los venezolanos en su propio país, millones de ellos han cruzado la frontera para buscar en otras ciudades una solución a sus necesidades básicas como alimentos, atención médica y refugio. Según la ONU ya supera los seis millones de migrantes, de los cuales más de 1,7 millones están en territorio colombiano.

Es por ese motivo que la sociedad scalabriniana decidió ayudar a esta población habilitando áreas para capacitarla y que sea autosuficiente en la sociedad.      

El padre Jesús Salinas, Superior Local de los Scalabrinianos, mencionó que la sociedad religiosa ha servido a la comunidad migrante desde hace 42 años. Comentó que con el CIAMI construido en Bogotá han descongestionado la presencia de migrantes en las iglesias que acudían a pedir comida y ayuda.

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“En ese sentido, como Misioneros Scalabrinianos en el mundo queremos trabajar codo a codo con los gobiernos, precisamente para hacer de esta gente que está en la calle, llevarlas a una mejor condición de vida y que en vez de estar tocando puertas, sean personas autosuficientes”, declaró Salinas.  

Señaló que no sirve de nada acoger a migrantes y después de una semana salgan en la misma situación o peor. “Es ahí en donde estamos apostando por la formación, la dimensión psicológica, antropológica y religiosa de las personas, para que tengan otras opciones de vida”, indicó Salinas. 

El centro por dentro

Salinas explicó cada una de las áreas que conforman el centro de capacitación integral para migrantes, ubicado en el sector La Parada, a pocos metros del Templo Histórico de Villa del Rosario.  

En la torre A, el primer piso cuenta con cuatro consultorios, guardería, lavandería, habitaciones para los discapacitados y baños.

El segundo piso dispone seis habitaciones familiares, dos habitaciones multifamiliares, ocho baños y nueve duchas por cada piso, con un total de 12 habitaciones familiares. Cuatro habitaciones multifamiliares con 16 baños y 18 duchas. También funcionará la parte administrativa, cinco oficinas, un baño para hombres y un baño para mujeres.

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Mientras que en la torre B trabajará una parte de la administración, habrá depósitos/bodega, una capilla, estadero, depósito de archivos, cocina, comedor, cuarto frío, depósito de almacenamiento, subestación eléctrica y cuarto de bombas hidráulicas.

El segundo y tercer piso constaría con ocho salones taller para las capacitaciones. En total sería 16 salones taller, dos baños para mujeres, dos baños para hombres y dos baños para personas con discapacidad.

El cuarto piso fue habilitado con un auditorio para conferencias y eventos especiales.

El área total del proyecto del Centro de Capacitación Scalabriniano consta de 9.800 metros cuadrados, el área total construida es de 4,759.63 metros cuadrados y un área verde de 2.000 metros cuadrados. 

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Carlos Corona Florez, representante legal de los Misioneros, argumentó que para la edificación en el predio se radicaron los documentos ante el Ministerio de Cultura, desde julio de 2019, y “de acuerdo a nuestros parámetros legales no afecta la zona histórica” del municipio.

Formación técnica

Los misioneros señalaron que la población que ingrese al centro de formación tendrá como requisito inscribirse en alguno de los cursos ofertados con entidades de educación internacionales como Microsoft, Google y Cisco, quienes entregarán la aprobación y certificación al finalizar los estudios. Lo cual les garantiza estar en la casa hasta culminen la capacitación.

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“El otro gran componente que tendrán en su estancia es el de acogida, alimentación, apoyo psicosocial y orientación jurídica. Dar acompañamiento al migrante de manera holística, esta es la base del carisma congregacional”, sostiene la sociedad.

Los misioneros en la ciudad de Cúcuta habían asumido el compromiso de la formación de niños, niñas y jóvenes vulnerables en los barrios de las comunas 6 y 7, donde han hecho incidencia por más de 33 años en la construcción de escuelas y colegios en los barrios. Dando a la comunidad lo que se conoce hoy como el Colegio Camilo Daza con siete sedes educativas con más de 4.500 estudiantes.

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El Centro de Capacitación Scalabrini, ubicado en el barrio Camilo Daza, también fue una respuesta en su momento a los sectores más vulnerables de la zona donde se impartía capacitación laboral para jóvenes y adultos en el oficio de la modistería, que para este 2021 se ampliará la oferta educativa para población local, migrantes y desplazados.

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