En febrero pasado, el Ejército decidió sacar a los dos pelotones (más de 60 hombres) que tenía en la base militar del corregimiento Campo Dos, de Tibú, a que custodiaran un tramo del oleoducto que pasa por esa zona, abandonando esa guarnición que fue instalada estratégicamente en 2012.

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La decisión fue tomada por dos razones fundamentales: los predios no pertenecen al Estado y las condiciones de seguridad que mantenían a los soldados en vulnerabilidad, eran precarias.

Pero esto también mostraría la aparente crisis por la que está pasando el Ejército en Norte de Santander, especialmente en el Catatumbo, por la drástica reducción de personal que están enfrentando las Fuerzas Militares, pues al no tener servicio militar obligatorio, cada vez son menos los uniformados que pueden prestar seguridad en esta zona.

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Una fuente militar precisó que desde febrero se tomó la decisión de sacar a los uniformados de este lugar, al reconocer que dichas instalaciones pertenecen a una empresa privada.

Además, luego de hacer un estudio de seguridad, se evidenció que el terreno donde se refugiaban los soldados era un blanco fácil para los grupos armados ilegales para que los atacaran con tatucos bomba y ráfagas de fusil, como sucedió hace poco en zona rural de El Carmen, donde murieron nueve militares y otros nueve resultaron heridos.

“Hay una invasión aledaña a esos predios, donde el Ejército había puesto trincheras y desde ahí se daban ataques”, explicó la fuente.

Además, aseguró que, aunque se intentó en varias oportunidades mantener un convenio con el propietario de las instalaciones no se logró y esto, sumado a las condiciones de seguridad, dio paso a la decisión de retirar a los militares.

Los soldados que estaban en la base militar se trasladaron hacia otro punto de Campo Dos, para brindar protección a un tramo del tubo petrolero.

Saqueo y destrucción

A través de unos videos aficionados que circularon ayer en las redes sociales se evidenciaron los saqueos y la destrucción de dichas instalaciones con maquinaria amarilla, por parte de algunos habitantes de la zona, que, según fuentes extraoficiales, eran dirigidas por un grupo armado ilegal, llevándose techos de zinc, colchonetas, camarotes y otros enseres.

Alguna maquinaria pesada también está trabajando en el lugar, tumbando paredes y techos para dejar solo el lote que pertenecería a una empresa de la zona. La maquinaria, que se observa en varios videos, pertenecería, según fuentes de la zona, a una de las empresas ubicadas en el sector y fue robada por las personas que hoy ocuparon los terrenos de la antigua base.

Algunos líderes sociales se atrevieron a asegurar que la disidencia del Frente 33 de las Farc y el Eln ordenaron a la población invadir esos terrenos.

Además, también se conoció que el Ejército tendría indicaciones directas de también abandonar la base militar de Sardinata y de otros municipios de Norte de Santander.

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“Esto es muy grave. Por ejemplo, la base de Campo Dos le daba protección a la Policía. Si lo que querían era evitar otro ataque como el que ocurrió en El Carmen, debieron reforzar la seguridad”, explicó un defensor de derechos humanos.

Por ahora la única presencia del Estado que se mantiene en Campo Dos es la Policía, a pesar de que, evidentemente, como sucede en los demás municipios del departamento donde hay fuerte presencia de los grupos armados ilegales, los uniformados no pueden salir de las instalaciones y deben abstenerse de cumplir con sus funciones, para no ser atacados por los miembros de estos grupos.

Su instalación

Un alto mando militar que trabajó durante varios años en Norte de Santander aseguró que esa base fue instalada en esa zona para proteger a varios empresarios de la palma de cera y, además, por ser un punto estratégico para frenar el paso de droga y armas, así como evitar ataques de los grupos armados ilegales.

“En 2012, cuando se montó esa base se pensó en ese punto, porque era muy estratégico y así se evitaron muchas situaciones de riesgo por esa zona, pero lo que se está viendo ahora es lamentable y efectivamente la población queda desprotegida y la Policía queda sola”, comentó la fuente.

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