En los últimos seis meses ha quedado en evidencia que la disidencia del Frente 33 de las Farc, bajo el mando de Jhon Velazco, alias ‘Jhon Mechas’, no solo delinque en el Catatumbo, sino que sus tentáculos están en Cúcuta y el área metropolitana, demostrando así su poder y dejando ver las falencias de las autoridades para detectar los movimientos de sus miembros.
Desde el 15 de junio, cuando se dio el ataque con una camioneta bomba en las instalaciones de la Brigada 30 del Ejército, se inició una racha de atentados, que ya completan siete, de esta organización armada ilegal en la capital de Norte de Santander, que hasta el momento ha dejado cuatro personas muertas y más de medio centenar de heridos. Además, pusieron en riesgo la vida del presidente de la República Iván Duque.
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Y a pesar de los anuncios del mandatario de los colombianos; el ministro de Defensa, Diego Molano; los comandantes de la Policía y Ejército y las autoridades locales y departamentales, luego de cada consejo de seguridad, de extremar las medidas de seguridad, agilizar las investigaciones, aumentar el pie de fuerza y ofrecer recompensas, la disidencia sigue haciendo de las suyas.
Lo peor aún, es que las autoridades tendrían fuertes indicios de que ‘Jhon Mechas’ hizo una alianza con el Eln para llevar a cabo algunas de esas acciones terroristas, que parecen no tener fin. ¿Pero qué es lo que busca la disidencia de las Farc con ese tipo de atentados?
Aunque el general Jorge Luis Vargas, director de la Policía Nacional, aseguró el martes que esas acciones tienen un tinte de narcotráfico, el análisis va mucho más allá, pues ‘Jhon Mechas’ lo que está mostrando es todo el poder de la organización criminal que dirige y que la confrontación contra esta es muy diferente a la que se dio antes de la firma de paz con las extintas Farc.
Las falencias de seguridad
Los atentados también han mostrado la vulnerabilidad en la seguridad de Cúcuta y el área metropolitana, donde el exceso de confianza que hay en instituciones como Policía y Ejército ha sido aprovechado por este grupo armado ilegal.
Además, las falencias en la seguridad de puntos importantes de la capital nortesantandereana como lo es el Aeropuerto Internacional Camilo Daza han quedado marcadas, pues con lo sucedido el pasado 25 de junio, cuando dos hombres con armas de largo alcance casi derriban el helicóptero de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) en el que se desplazaba el presidente Duque y una comitiva gubernamental, era para que la terminal aérea hubiese reforzado su protección.
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Pero el martes quedó demostrado que este lugar sigue siendo vulnerable. ¿Cómo es posible que dos hombres se metan con dos maletas bombas, casi hasta el sitio donde estacionan las aeronaves? ¿Se imagina que esas bombas las hubiesen metido en un avión? ¿Dónde está la seguridad que anunció el Gobierno en el consejo de seguridad pasado? Estas son algunas de las inquietudes que hoy tienen algunos habitantes y líderes comunales del barrio Aeropuerto, que colinda con la terminal aérea.
En un recorrido que hizo un equipo periodístico de La Opinión se pudo observar que la única protección que tiene el Camilo Daza con los barrios que lo bordean, es una reja de color naranja y que en su parte superior hay alambre de púa. Muy de vez en cuando se puede observar a un vigilante pasar a pie o en moto.
Algunos habitantes de estos sectores colindantes con la terminal aérea también señalaron que las patrullas de la Policía pasan muy poco por esas zonas y que cuando lo hacen van rápido, “no se detienen a verificar si hay algo o alguien por ahí escondido”, sostuvo un vecino del barrio La Conquista, precisamente desde este lugar fue donde se dio el ataque contra la aeronave presidencial.
También cabe resaltar que los sitios por donde se han presentado estos atentados son de la Comuna 6 de Cúcuta, donde hay una gran problemática de microtráfico, robos, homicidios, lesiones personales y hasta violaciones sexuales, con la que tienen que convivir más de 100 mil personas, repartidas en 47 barrios legalmente constituidos, más de 22 invasiones y un conjunto habitacional de 400 apartamentos.
En esta Comuna, que es la más grande que hay en la capital de Norte de Santander, según una fuente judicial, es donde más se cometen delitos, por ser la más apetecida por bandas las delincuenciales, criminales, de contrabando y de narcotráfico, “pues si usted analiza, esa parte de Cúcuta tiene dos salidas importantes hacia la zona rural y Puerto Santander, que son frontera con Venezuela, además de estar pegada al Anillo Vial Occidental”.
¿Qué pretendían hacer?
Ante esa vulnerabilidad que hoy tiene el aeropuerto, las aeronaves que llegan, salen o quedan estacionadas, también están expuestas a alguna situación de riesgo.
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Y es que una de las hipótesis que tienen las autoridades sobre lo ocurrido el martes, les indicaría que las dos maletas bomba podrían ir dirigidas contra unos helicópteros y avionetas que la Fuerza Aérea Colombia y el Ejército que mantienen ahí para apoyar acciones contra el narcotráfico en el Catatumbo.
“Lo que se ha podido saber es que durante estos días la Fuerza Aérea y el Ejército tienen unas aeronaves artilladas para apoyar la erradicación y operaciones para desmantelar laboratorios, por eso se cree que los explosivos iban dirigidos a destruir algunas de ellas”, comentó una fuente judicial.
Pero lo extraño, es que el Ejército dejó varios militares a cargo de la seguridad de esos helicópteros y avionetas y ellos no se dieron cuenta de que los dos hombres se metieron por la malla y casi les llegan hasta las aeronaves.
La primera explosión, a las 5:15 a.m., alertó a los vigilantes del aeropuerto y militares de lo que estaba pasando. Uno de los soldados grabó un video en el que señaló: “para solicitarle mi sargento, estamos acá donde sucedieron los hechos de la detonación. No sé si pueda ver mi sargento, la pierna del man que se nos metió. En todo el alrededor, venía era atentar contra nosotros (SIC). Gracias a Dios no pasó nada…”.
Aunque esta hipótesis es la más fuerte, las autoridades no descartarían que de pronto las dos maletas bomba podrían haber sido subidas a uno de los aviones comerciales que salían antes de las 6:00 de la mañana, provocando un acto terrorista de gran magnitud.
Pero los investigadores también presumen que los artefactos explosivos podrían haber sido instalados estratégicamente en esa zona llena de maleza para activarlos el viernes, cuando se esperaba la llegada de un representante del Gobierno de los Estados Unidos con varios integrantes del gabinete del presidente Duque y las autoridades militares y policiales.
Sin embargo, el director de la Policía Nacional se ha mantenido en decir que, “es una época de fin de año donde el Ministro de Defensa, con la cúpula de la fuerza militar y de la Policía viajamos por todo el país para cerrar indicadores del año. Tenemos muchas visitas para muchas partes de Colombia y esa estaba programada con el resto que vamos hacer”.
Añadió: “todavía no sabemos hacia qué iba dirigido el atentado, solo hemos podido ver que la explosión se dio en la zona verde afuera de la plataforma y no tenemos una hipótesis clara de cuál sería el objetivo del atentado”.
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Los están identificando
En el trabajo que vienen adelantando los investigadores que llegaron desde Bogotá a apoyar a los locales, ya lograron hacer tres retratos hablados de quienes habrían participado en este reciente atentado.
Las imágenes fueron mostradas ayer por la Policía y recordaron que hay $100 millones de recompensa para quien ayude a identificarlos y ubicarlos para ser capturados y respondan por el acto terrorista.
El director de la Policía aseguró que esas imágenes fueron hechas luego de hablar con varias personas y analizar algunos videos de las cámaras de seguridad de la zona donde se presentó el lamentable hecho, el martes.
“No puedo entregar muchos detalles de la investigación, pero ya contamos con tres retratos hablados que nos van a ayudar a identificar a estas personas. Además, tenemos un elemento determinante para el esclarecimiento del atentado”, señaló el alto mando de la Policía.
Los expertos en explosivos también han logrado establecer que lo usado en las maletas bomba fue pentolita, el mismo detonante con el que cargaron la camioneta bomba que fue activada dentro de la Brigada 30 del Ejército y otros artefactos que lograron desactivar los dos intendentes (Willian Bareño y David Reyes), durante estos seis meses y que finalmente murieron el martes.
El general Vargas también dejó entrever que ya tienen identificado al hombre que murió cuando llevaba una de las maletas bomba, pero no quiso revelar el nombre, porque están trabajando en la investigación, además, tendrían varias líneas telefónicas interceptadas para conseguir más información.
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