Al alto índice de inseguridad que se está dando este año en la comuna 6 de Cúcuta, ahora se le sumaría la llegada de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (Agc) para controlar el microtráfico.
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El homicidio de Heysen Leandro Castilla Pérez, ocurrido la madrugada de este miércoles, en el barrio Cecilia Castro, así lo dejaría claro, pues entre la ropa de la víctima los investigadores judiciales hallaron un escrito que decía “A.G.C. limpieza social, presente”, haciendo referencia a un presunto ataque contra consumidores y expendedores de drogas en esa parte del norte de la capital de Norte de Santander por los gaitanistas.
Esta es la segunda persona asesinada a disparos que le dejen esa clase de cartel, en menos de una semana, en Cúcuta. El primero se conoció el 3 de noviembre, cuando mataron a una mujer habitante de calle que, al parecer, se llamaba Beatriz Pérez.
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Ese hecho ocurrió en el barrio Brisas del Paraíso, que colinda con Cecilia Castro, a donde la muerte llegó la madrugada de ayer.
“Acá siempre dejaban panfletos y advertencias, pero uno veía que no era tan peligroso ni de alarmarse, pero ahora sí los están matando. Ya eso es preocupante”, dijo un habitante de esa zona, quien también es consumidor de drogas.
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Para él es claro que las Agc quieren tomarse el poder en esta zona que anteriormente era dominada por un reconocido microtraficante que estuvo detenido, pero que hace un mes recobró su libertad, por vencimiento de términos.
Los rastros del microtráfico
Aunque en su rostro refleja calma, porque asegura que dejó de expender drogas hace mucho tiempo, después de ser víctima de varios atentados contra su vida, aún no deja de consumir pasta base de coca.
“Yo antes trabajaba en eso (vendiendo droga), pero me hicieron el ‘viajado’ (intento de asesinarlo) varias veces y eso me apartó de esa vida. Yo consumo, pero vivo tranquilo y ahora sé que no puedo andar en la calle en las noches, porque ya me habían dicho que iban a empezar a matar”, contó.
Las cicatrices de los impactos de bala que recibió, todavía permanecen en diferentes partes de su cuerpo.
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Este consumidor de drogas alcanzó a ver con vida a Heysen Castilla, la noche del martes, cuando estaba caminando cerca del lugar donde fue asesinado. Aseguró que le pidió una bolsa de coca, pero como no tenía en el momento, le dijo que fuera a comprar.
A la 1:30 de la madrugada los vecinos se percataron de que en la calle 16 con avenida 9, de ese sector, estaba tendido el cadáver. A pesar de que la víctima recibió dos impactos de bala en el cuello, nadie oyó los disparos, por lo que presumen que lo atacaron con un arma que tenía adaptado un silenciador.
Miembros de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) practicaron la inspección y el levantamiento del cuerpo que fue trasladado al Instituto de Medicina Legal.
Hasta el cierre de esta edición, las autoridades no hablaron de estos hechos lamentables y de esa mal llamada limpieza social.
Una Comuna peligrosa
En esta Comuna –que es la más grande que hay en Cúcuta– según una fuente judicial, es donde más se cometen delitos, por ser la más apetecida por bandas las delincuenciales, criminales, de contrabando y de narcotráfico, “pues si usted analiza, esa parte de Cúcuta tiene dos salidas importantes hacia la zona rural y Puerto Santander, que son frontera con Venezuela, además de estar pegada al Anillo Vial Occidental”.
Esto refleja la compleja problemática de microtráfico, robos, delitos sexuales, homicidios y lesiones personales, delitos que se concentran en esta zona que está en el norte de la ciudad, donde viven más de 100 mil personas, repartidas en 47 barrios legalmente constituidos, más de 22 invasiones y un conjunto habitacional de 400 apartamentos.
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Además, hay que recordar que en uno de los barrios de esta comuna, llamado La Conquista, fue desde donde, el pasado 25 de junio, atacaron a disparos el helicóptero de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) que transportaba al presidente Iván Duque y una comitiva, que venían desde Sardinata, confirmando que es una zona estratégica para cometer toda clase de delitos, por tener muchas rutas de escape.
Y la reciente encuesta ‘Mi voz, mi ciudad’, que llevó a cabo el programa ‘Cúcuta cómo vamos’ así lo confirma. En el tema de seguridad, los encuestados de la comuna 6 y 7 dijeron sentirse más inseguros que el promedio de los cucuteños.
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