“El asesino, probablemente, planeó todo muy bien. Parece que se tomó su tiempo, porque en la casa no se encontró un arma o algún indicio sobre su identidad”. Así describieron las  autoridades el crimen de Jhonatan Cárdenas Araque, ocurrido en su vivienda ubicada en el barrio Sevilla.

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La víctima era contratista del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) y laboraba en el Centro de Atención Integral a Víctimas de Abuso Sexual (Caivas) del centro zonal dos.

Este crimen enlutó a varios funcionarios del ICBF y vecinos de Sevilla, que recuerdan a Cárdenas Araque como alguien servicial, amable y que nunca se le veía triste, por el contrario, siempre permanecía con una sonrisa.

“Quién iba a pensar que una persona tan íntegra tuviera una muerte tan trágica. Imposible de creer. Mis sinceras condolencias a la familia Cárdenas, mi Dios les de mucha fortaleza por esta irreparable pérdida”, escribió una usuaria en la red social Facebook.

Degollado y desnudo

Las autoridades creen que el crimen ocurrió la noche del miércoles, pues al día siguiente  (el jueves) Jhonatan Cárdenas no se presentó a su trabajo y tampoco le contestaba las llamadas y mensajes de WhatsApp que sus compañeros, familiares y amigos le enviaban.

Precisamente, el afán y el desespero de unos familiares al ver que pasaban las horas y no se sabía nada sobre él, los llevó a que fueran a buscar a su ser querido en su residencia, en la calle 2AN con avenida 8.

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A las 9:00 de la noche, los seres queridos llegaron a la vivienda y tocaron en varias oportunidades sin tener respuesta, por lo que les pidieron a algunos vecinos que saltaran la reja del porche y luego forzaran la puerta para ingresar.

Al caminar hasta la habitación de Jhonatan Cárdenas, los familiares se encontraron con la macabra escena del cuerpo tirado en la cama desnudo, ensangrentado y degollado.

El dolor y la incertidumbre se desbordaron entre los allegados, que protagonizaron escenas de desesperación, llamando la atención de los demás habitantes de la zona, que salieron a percatarse de lo que había ocurrido.

Momentos después llamaron a la Policía Metropolitana de Cúcuta, que arribó hasta esa cuadra de Sevilla y acordonó la vivienda a la espera de que los integrantes de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) llegaran para adelantar la inspección técnica.

Los investigadores judiciales adelantaron una rigurosa pesquisa en la vivienda, pero no encontraron el cuchillo con el que asesinaron a Jhonatan Cárdenas, tampoco su celular. Sin embargo, sí buscaron huellas dactilares con el fin de fortalecer las pesquisas y tener algún rastro del homicida.

Un detalle que llamó la atención de los uniformados fue que en el sitio estaban las llaves del porche y la puerta de la casa, pese a que cuando la familia llegó a buscar al contratista del ICBF no pudo ingresar con facilidad.

Por eso se cree que el responsable, presuntamente, era cercano a la víctima y tenía una copia de las llaves. Además, el asesino luego de cometer el crimen se llevó el cuchillo, el celular y huyó tranquilamente.

“A la víctima la apuñalaron en la parte izquierda del cuello, provocándole una herida por donde se desangró. Parece ser que quien cometió el crimen estuvo con la víctima y esperó a que se durmiera para asesinarla y huir”, explicó una fuente judicial.

Finalmente, el cuerpo fue trasladado al Instituto de Medicina Legal, donde será analizado para encontrar cualquier evidencia del hecho.

Lo vieron por última vez

Se conoció que Cárdenas llegó a su casa en una moto, el miércoles hacia las 7:30 de la noche, se saludó con unos vecinos e ingresó, luego no se supo más nada sobre él, hasta que lo encontraron muerto.

Por eso las autoridades revisan varios videos de las cámaras de seguridad para establecer a qué horas ingresó el asesino a la vivienda y qué cercanía mantenía con el contratista del ICBF.

“Hay unas cámaras de seguridad que son claves, pues no hay testigos del caso y nadie vio a alguna otra persona ingresar a la vivienda”, dijo la fuente.

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