Durante el 2021, en Colombia 2.595 personas decidieron acabar con sus vidas. La cifra, revelada por el informe anual de Medicina Legal, específica que entre las víctimas del suicidio hubo 275 menores de edad, de los cuales 159 fueron niños y 116 niñas.
La estadística de la entidad, muestra que los hombres corresponden en su mayoría a quienes más recurrieron a esta fatal decisión, con un total de 1.942 víctimas, mientras que el registro de mujeres fue de 378.
Tras detallar el informe, se evidencia que quienes tenían entre 20 y 40 años, son quienes más resultaron afectados, pero lo alarmante es que en su mayoría eran jóvenes que no superaban los 29 años.
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Medicina Legal precisó que 369 personas, quienes tenían entre 20 y 24 años acabaron con sus vidas, siendo esta la cifra más alta del rango de edad; seguido de 296 personas que estaban entre los 25 a 29 años. Además, en esta causa de muerte, otros 239 colombianos entre 30 y 34 años y 205 más de 35 y 39 años pusieron final a sus vidas.
La cifra es alarmante comparada con el 2020, cuando ocurrieron 2.420 casos, es decir, 175 casos menos que en 2021.
Los departamentos con mayor número de estos hechos lamentables fueron: Antioquia con 409 casos, Bogotá (337), Valle del Cauca (212), Cundinamarca (160), Santander (143), Tolima (107), Atlántico (106), Huila (97) y Norte de Santander con 95.
El panorama en el departamento
Uno de los 95 suicidios registrados en Norte de Santander el año pasado, ocurrió la noche del jueves 15 de abril, en una finca de la vereda Llano Grande del corregimiento Campo Dos (Tibú). La familia de Pablo Julián Valencia de 22 años aún recuerda con dolor que esa noche él decidió envenenarse antes de acostarse a dormir.
Para el sábado 10 de julio, David Edgardo Galván Galván, de 46 años, logró lo que había intentado cuatro días antes de ese sábado. El hombre de contextura gruesa decidió ir por segunda vez al puente Enrique Cuadros Corredor, más conocido como La Gazapa, y se lanzó acabando con su vida.
Aunque una vecina de la zona lo reportó a las autoridades cuando lo vio días antes deambulando, no hubo una ayuda oportuna y terminó saltando. Esa mañana a Galván no se le veían heridas graves, pero internamente el golpe que recibió al caer lo perjudicó hasta provocarle la muerte en un centro médico.
Otro de los casos ocurridos en Norte de Santander fue el viernes 19 de noviembre, cuando en la avenida 1 entre calles 12 y 13, del barrio Comuneros, un menor de 16 años tomó la decisión equivocada de quitarse la vida.
Una semana después, la mañana del 26 de noviembre, una niña de 11 años puso final a su vida, mientras se encontraba en la casa de la abuela en el corregimiento de Agua Clara, zona rural de Cúcuta.
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Según el informe de Medicina Legal, 88 adultos, entre los que hay 8 mujeres más 7 menores de edad acabaron con sus vidas en Norte de Santander.
La cifra más alta de casos ocurrió en Cúcuta, al reportar 31 hechos, de los cuales hubo 5 mujeres y 26 hombres. En Ocaña 16 personas se suicidaron. Y lo mismo hicieron 7 personas en Ábrego. Siendo estos tres municipios donde más ocurrieron esta causa de muerte.
Otros municipios como Pamplona y Tibú reportaron 5 casos respectivamente, mientras que Convención se registró 4, El Tarra 3, al igual que Teorama y Toledo. En Cáchira, Ragonvalia, Salazar, El Zulia y Villa del Rosario la cifra fue de dos casos en cada uno de estos lugares; mientras que un solo caso ocurrió en: Chinácota, Gramalote, Hacarí, La Esperanza, La Playa de Belén, Los Patios, San Calixto y Sardinata.
Prevenir el suicido
Para el siquiatra y profesor de la Universidad del Rosario, Rodrigo Córdoba, estás cifras son la confirmación del llamado que vienen haciendo al Gobierno Nacional para que de una vez por todas, den solución a la demanda de los servicios en salud que tiene que ver con la atención mental.
“Insistimos que la salud mental debe dejar de ser teoría para que sea práctica. Se necesita una intervención pronta de las entidades para que se prioricen ayudas a quienes tienen una enfermedad mental base porque no hay duda de la relación del suicidio con los problemas mentales”, dijo Córdoba.
Para el experto, el suicidio es un síntoma de una enfermedad mental de base, en casi todos los casos. Por ese motivo, requiere ser tratada con antelación para prevenir la tragedia.
Córdoba resalta que una de las formas más importantes de lograr la reducción de estas muertes es acabar con el estigma en torno a los trastornos de salud mental y poderlos atender como es debido.
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