Próximamente, el ir a la tienda, al supermercado o simplemente salir de compras por cualquier artículo cambiará la rutina de los cucuteños. Cada quien deberá llevar su propia bolsa reutilizable, bolso o canasto, porque los plásticos de un solo uso quedarán abolidos.

El Congreso tomó, en los últimos días, esta decisión muy importante para el medio ambiente luego de que se aprobara en el cuarto y último debate un proyecto de ley para eliminar los plásticos de un solo uso en el país, una iniciativa que se había radicado en 20 ocasiones en los últimos 10 años. Los textos aprobados en Senado y Cámara pasarán a conciliación en un solo texto, el cual debe firmar el presidente para que la norma entre en funcionamiento.

Se trata de un desmonte gradual y por etapas que obligará a todas las personas a cambiar de costumbres y estilo de vida.

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Primera fase del desmonte

La ley recién aprobada tiene 35 artículos en los cuales se fija que dejarán de fabricarse o no se importarán más de 14 plásticos de un solo uso, que empezarán a ser desmontados o se impondrán multas. La norma también prohíbe la circulación de estos plásticos de un solo uso en la Amazonía y la Orinoquía, en parques naturales, páramos, humedales y ecosistemas marinos.

Seis de estos plásticos tendrán un plazo hasta el 2025 para eliminar su circulación y, precisamente, son aquellos que son más fáciles de sustituir sin necesidad de producir una gran afectación económica.

Una experiencia en Chitagá

Wilmer Nicolás Mogollón Vargas, gerente general de Avviare Materials SAS, transforma los plásticos de un solo uso en madera plástica en el municipio de Chitagá. Una iniciativa que surgió desde noviembre de año pasado en un trabajo paralelo por ayudar al medio ambiente, dando un nuevo uso a los plásticos que finalmente transforma en palos para cercado de fincas, materiales de construcción para casas o cabañas e infinidad de productos en este material, tan resistente como la madera original.       

Este ingeniero mecánico de la Universidad Francisco de Paula Santander aplaude la iniciativa gubernamental, aunque, desde su experiencia, ve complicado el tema cultural y de sustitución de este tipo de plásticos, en la medida que los  nuevos empaques (cartón o una fibra natural), no lleguen a incrementar los precios a los clientes.

“Nosotros procesamos de 300 o 400 kilos diarios de plástico  que se dejan de botar a la basura y que recolectamos en Chitagá, Pamplona y parte de Cúcuta. Usamos las bolsas plásticas y las transformamos en esta madera para hacer hasta ladrillos de construcción”, señala Mogollón, dejando en evidencia la cantidad de plástico de primer uso que afecta al medio ambiente en cuya recolección han alcanzado las 5 y  6 toneladas semanales de material reciclable.

“También hay que educar a las personas. Es algo de conciencia y cultura. En Chitagá se planteó reciclar en todas las casas. Los viernes se recoge material reciclaje; los martes, sanitarios, y jueves, el orgánico. De 85 a 90 por ciento de la población cumple”, agrega sobre este municipio nortesantandereano que cuenta con un promedio de 1.200 casas.

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Los que se van antes del 2025

-La bolsa plástica comercial deberá ser sustituida por materiales reutilizables como la tela.

-Las envolturas de paquetes, como encomiendas o revistas no van más.

-Los rollos de bolsas que normalmente se ven en la sección de verduras de los supermercados.

-Los palitos plásticos para fijar bombas deberán ser remplazados por materiales amigables.

-Los palitos de los copitos de algodón ya no serán de plástico, sino de madera.

-Los pitillos de papel o de otro material reemplazarán a los de plástico.

Se deberán sustituir en ocho años

La siguiente tanda de productos plásticos a desmontar tendrá un periodo de ocho años, esto porque la ley señala que el Gobierno debe expedir un ‘Plan de adaptación laboral’, en el cual se definirá una línea de ruta para que las empresas cambien los procesos de fabricación, puedan sustituir las materias primas por unas que sean biodegradables (como lo son las fibras vegetales), en los casos que apliquen, y se pueda hacer una capacitación para no afectar a quienes trabajan en estas industrias. Los costos de los materiales ecoamigables, como el bambú, deberán reducir su precio para que sean asequibles a todos.

- Los portacomidas plásticos que normalmente se usan en domicilios.

-Platos, bandejas, cubiertos, vasos y guantes para comer.

-Los envases plásticos PET deberán cambiar a materiales biodegradables como fibras.

-Todos aquellos productos de fiestas, como confetis, manteles y serpentinas.

-Aquellos plásticos que se usan para conservar alimentos quedarán eliminados.

-Las cajitas que se usan para la seda dental deberán cambiarse.

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Algunos materiales que no serán sustituidos

-Las bolsas de basura, en especial los desechos hospitalarios, que representan un riesgo para quienes las manipulan.

-Materiales médicos como jeringas, bolsas de suero o empaques de medicamentos por salubridad.

-Las bolsas de alimentos para mascotas, las cuales se deben conservar en condiciones especiales.

-Algunos alimentos como la leche, aunque se podrán explorar empaques sustitutos.

Excepciones a tener en cuenta

Anualmente cada colombiano consume el promedio 24 kilos de plásticos y de estos el 93% son de un solo uso, por lo que se busca reducir no solo la cantidad sino el porcentaje de plásticos contaminantes.

Sin embargo, la ley también establece tres grandes excepciones al cambio de los plásticos a productos ambientalmente amigables.

La primera consiste en la huella de carbono, es decir, si por ejemplo se comprueba que sustituir un plástico por otro material es más contaminante, se podrá seguir comercializando dicho plástico de un solo uso.

Asimismo, no se sustituirán materiales médicos para asegurar la higiene, productos químicos que puedan representar un riesgo y los empaques de alimentos para mascotas.

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