Los trazos en óleo hechos con la boca y los pies del artista cucuteño, Jesús Sánchez, quien nació sin brazos, no solo recorrieron Norte de Santander. Ahora son apreciados en Madrid, San Sebastián y Barcelona, España. 

El sentir de haber cumplido su misión en tierras nortesantandereanas, donde impartió su conocimiento dando clases en colegios de primaria, motivó a los jóvenes con charlas de sus vivencias y plasmó paisajes en los muros de las veredas, lo llevó a querer llegar más lejos, cruzar el océano Atlántico y recorrer el país Ibérico.

En su mente el objetivo estaba claro: sacar sus ahorros y viajar por sus sueños. Sin embargo, la pandemia atrasó todo lo que tenía planeado. La cuarentena lo encerró en su hogar del municipio de Los Patios, pero el deseo no se apagó y apenas se levantaron las restricciones por el virus, decidió perseguir lo que su corazón deseaba. 

Con una sola maleta repleta de metas por cumplir, se fue a España con una visa de turista, hace apenas un año y tres meses. Sin nadie que lo esperara pero con la alegría e ilusiones intactas, Jesús de inmediato consiguió amigos que le permitieron ir creciendo a una velocidad increíble.

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Su teclado musical que también atravesó el mar, era su más fiel compañero, en ese mismo tocó sus primeras notas lejos de casa, para ganar unos euros de extraños turistas que caminaban por las calles de Madrid. El ingenio en Jesús, lo hizo ganarse el cariño de transeúntes que detenían su marcha solo para ver su enorme talento. 

"Decidí también pintar cuadros al aire libre, en las calles. La gente me empezó a pagar por ellos y con los permisos, fui ganando mi sueldo", relató Jesús a La Opinión.

Al pasar de unos días, dos Fundaciones le propusieron trabajar a través de su arte, además de ir contando su historia de vida, para ser una fuente de inspiración y superación personal. Sin perder un solo minuto de su tiempo, Jesús ya logró un máster en Arte, Museo y Gestión de Patrimonio Histórico, estudia una especialización en Arte Terapia y lucha por un cupo en la Escuela Superior Reina Sofía para Enseñanza Metodológica de la Música Clásica. 

“Me esmero por mostrar mi talento, por formarme cada día más y por ser un motivador de otras personas”, afirmó.

Los españoles y turistas de Madrid tienen una mayor apreciación por el arte, concepto que asegura Jesús, y que gracias a ello, ha logrado ahorrar e instalarse cómodamente en ese país.

“Pinto en óleo, toco el piano con los pies, doy charlas de motivación y proyectos de vida dirigidos a niños y adolescentes. Vivo del turismo y me apoyan. Estoy contento con mi vida”.

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Aunque un día quiere volver a Cúcuta, para ser docente universitario y contar las grandes aventuras pasadas, por ahora anhela una visa de residente, abrir una galería de arte y recorrer ciudades en toda Europa como un coach de inteligencia emocional. 

"Estoy tratando de conseguir una visa de residente para de manera legal ir a Europa y expandir mi labor, dar a conocer todo lo que puedo hacer e incentivar a los demás, que también pueden lograr sus sueños". 

Sus dos hijos son el motor que le permiten cada día seguir estudiando, trabajando y esforzándose para cambiar su futuro y brindarles mejor estabilidad. Aunque sin miedo reconoce que los extraña cada día más, es por ellos que se aferra a las metas propuestas.

“Mi mamá me da aliento para que siga con mis proyectos, para que crezca en todos los ámbitos y aunque extrañe mucho a mis hijos, me quede aquí hasta conseguir todos mis sueños”, dijo. 

Asimismo, confesó que echa de menos la comida colombiana, la arepa, la changua, el pan o la carne. “Aquí comen muchos vegetales, el pan es tieso y todo tiene otro sabor”. 

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Busca editorial

Otro de los talentos de este cucuteño, es la escritura, por eso ya tiene preparado su libro ‘Echar a volar sin alas’, al que solo le falta una editorial para que salga al mercado. 

Se trata de una autobiografía del cucuteño nacido en 1992 en el Hospital Erasmo Meoz de Cúcuta, adaptada al dialecto español, para tener mejor alcance de comprensión. 

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“En Colombia había sacado mi biografía con el nombre “Una vida sin límites”, aquí ya tengo listo el nuevo libro pero con los términos españoles. Espero una editorial me apoye para que pueda circular pronto”.

Los dos libros son para Jesús una enseñanza a las personas, de que las limitaciones solo están en la mente y que la palabra "no puedo" es una excusa más.

La capacidad de Jesús es gigantesca, tanto que planea también hacer varios cursos para vender en línea, donde pueda enseñar a pintar en acuarela, con los pies. Una destreza que pocos tienen pero que siempre llama la atención de su público.

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