Hoy se votará en Cúcuta la revocatoria del alcalde Jairo Tomás Yáñez, un proceso que se ha adelantado en medio de inconvenientes derivados de la pandemia por la COVID-19 y que finalizará con la permanencia o salida del cargo del mandatario.
El comité que promueve la iniciativa se denomina ‘De que se va, se va, póngale la firma’, y es liderado por el abogado Miguel Galindo, además de Jaime Vásquez Giraldo, quien ha denunciado supuestos atropellos para no llevar a cabo el mecanismo.
Hay que tener en cuenta que en cuatro oportunidades se programó la celebración de la consulta, pero finalmente se postergaron las fechas por varios motivos.
En esta ocasión el mecanismo finalmente llegará a las urnas, para lo cual 616.331 ciudadanos están habilitados para reclamar el tarjetón en el que deberán responder sí o no a la pregunta: ¿Desea usted revocar el mandato del señor Jairo Tomás Yáñez Rodríguez, alcalde del municipio de Cúcuta-Norte de Santander?
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Para que prospere el mecanismo, al menos 130.565 ciudadanos deberán acudir a votar y la mitad más uno de los sufragantes (65.283) tendrán que marcar la casilla del sí.
Si llega a ganar esta opción, pero no se reúne el número mínimo de votantes, Yáñez Rodríguez podrá seguir ejerciendo sus funciones hasta el 31 de diciembre de 2023.
Ante el proceso, el mandatario ha sido enfático en que respeta la democracia y siempre ha insistido en que se debe hacer frente a las mafias politiqueras que están detrás de la revocatoria.
“He sido siempre respetuoso de este proceso. He enfrentado injurias, calumnias, difamaciones, mentiras y todo tipo de acusaciones sin fundamento, y todas las hemos superado con la misma tenacidad de una ciudad que quiere seguir cambiando y escribiendo su propia historia”, aseguró el mandatario de los cucuteños.
Las otras revocatorias en Cúcuta
En el caso de Cúcuta, las últimas cuatro administraciones se han visto inmersas en procesos de revocatoria, pero la de Jairo Yáñez es la primera que llega hasta la instancia final.
La primera en enfrentar el proceso fue la alcaldesa María Eugenia Riascos (2008-2011). En ese entonces, el mecanismo de participación ciudadana se instauró debido a la falta de autoridad y liderazgo por parte de la administración para tumbar los peajes urbanos que se habían instalado en Villa del Rosario y El Escobal.
El proceso contra la alcaldesa finalizó cuatro meses después y no prosperó porque el comité de revocatoria llamado Frente Común solo reunió 24.445 firmas válidas de las 39.973 necesarias para citar a los cucuteños a las urnas.
El turno después fue para el alcalde Donamaris Ramírez. El comité que buscó su revocatoria se denominó Ciudadanos Prodefensa de Cúcuta y su argumento principal fueron las promesas incumplidas del mandatario, principalmente la construcción de las 20.000 casas.
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La iniciativa, sin embargo, no prosperó pues recolectaron 32.000 firmas válidas de las 41.000 que pedía la Registraduría y al final no las entregaron, ya que desistieron del proceso, argumentando que vieron una reacción positiva en la gestión del mandatario de los cucuteños.
En el periodo 2016-2019, César Rojas también enfrentó una revocatoria en su contra impulsada por el comité ‘Sí se puede revocar’. Los promotores presentaron la solicitud argumentando el incremento de la inseguridad, el desempleo en la ciudad, los malos manejos en el PAE, y porque además no estaban de acuerdo en concesionar el alumbrado público.
En esa ocasión el proceso tampoco prosperó, por cuanto los miembros del comité no alcanzaron a reunir los apoyos para revocarlo, llegando solo a 22.044 firmas de las 45.176 necesarias.
Las revocatorias en Colombia
Desde 1994, cuando nació la figura de la revocatoria del mandato en Colombia, estos procesos se han adelantado en medio de duros cuestionamientos porque han obedecido mucho más a revanchismos políticos que a un interés ciudadano real.
Muestra de su baja efectividad es que desde entonces solo dos solicitudes han prosperado en Colombia.
Según establece la ley, la insatisfacción general de la ciudadanía o el incumplimiento del programa de gobierno del mandatario elegido pueden llevar a los ciudadanos a promover una solicitud para que sus alcaldes o gobernadores sean retirados de sus cargos, a través de este mecanismo de participación ciudadana.
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La Ley 1757 de 2015, que reguló esta iniciativa, definió que se podrá promover la revocatoria del mandato siempre que hayan transcurrido 12 meses contados a partir del momento de posesión del respectivo alcalde o gobernador y que no falte menos de un año para la finalización del respectivo periodo constitucional.
El mecanismo solo puede ser solicitado ante la Registraduría Nacional, cuando se trata de alcaldes y gobernadores, ya que para los cargos de congresistas, presidente y demás autoridades locales este mecanismo no está previsto.
A continuación, conozca la historia de los dos únicos alcaldes revocados en el país:
Alcalde de Tasco (Boyacá-2018), primer revocado en Colombia
El municipio de Tasco (Boyacá) pasó a la historia política del país al ser el primero que logró revocar un alcalde. Esto sucedió el 29 de julio de 2018, cuando sus habitantes votaron masivamente para sacar del cargo a Nelson Javier García Castellanos.
Esta gesta boyacense se logró bajo el liderazgo de un líder campesino, Pedro Abel Castañeda Rincón, quien hizo posible que 1.609 habitantes de ese municipio aprobaran revocarle el mandato a García Castellanos.
Según comentó a medios nacionales el líder del proceso de revocatoria, lo que más les molestó del mandatario es que no atendía a los campesinos y que era muy arrogante con sus gobernados.
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Pero lo que finalmente los llevó a recolectar firmas para su revocatoria fue la falta de obras de su administración y su proyecto de crear la empresa prestadora de servicios públicos, con lo cual el municipio iba a apropiarse de los acueductos comunitarios.
“Nunca estuvo del lado de la gente e inclusive nos puso de apodo a los mineros y transportadores la mancha negra del pueblo”, dijeron.
El descontento se hizo sentir en las urnas, pues de los participantes en este proceso, el 97,04% votó a favor de la revocatoria. Únicamente 21 ciudadanos votaron para que el alcalde continuara con su mandato.
En el caso de Tasco se requerían 1.382 sufragios, el 40 por ciento de la totalidad de los votos válidos registrados el día de la elección del alcalde, para superar el umbral de participación necesario, y esta cifra se sobrepasó por 248 votos.
En 2022 ya se revocó una alcaldesa
Tres años después de lo ocurrido en Tasco (Boyacá), el epicentro de la segunda revocatoria que finalizó favorablemente para los intereses del comité que la impulsó fue Susa (Cundinamarca), donde revocaron el mandato de Ximena Ballesteros Castillo, el 20 de febrero de este año.
Según datos de la Registraduría, 1.672 votantes, de los 5.370 habilitados, acudieron a las urnas de ese municipio y de ellos, el 97,13 % votaron por el ‘Sí’, es decir, a favor de la revocatoria de la mandataria avalada por el partido Centro Democrático.
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En esos comicios, igualmente, se presentaron 35 tarjetones marcados por el ‘No’.
Según manifestó a medios nacionales Eduardo Rueda, vocero de la revocatoria, la alcaldesa Ballesteros Castillo no cumplió su plan de gobierno y eso generó molestia en la comunidad.
“Tuvo muchos problemas administrativos y había mucha insatisfacción de la gente. Fue algo masivo. Fue el resultado de algo que la gente quería y la prueba es que la alcaldesa solo tuvo un poco más de 30 votos”, dijo Rueda.
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