Después de varias horas de tensión, incertidumbre y hasta de un intento de retoma del poder por parte del saliente mandatario, Eugenio Rangel Manrique, anoche finalmente se dirimió la controversia alrededor de la posesión de Carlos Julio Socha Hernández, luego de que recibiera la credencial que lo acredita como nuevo alcalde de Villa del Rosario para lo que resta del actual periodo.
Pasadas las 5:00 de la tarde, el Tribunal Administrativo de Norte de Santander expidió el documento que confirma su elección, tal y como lo dispuso el fallo de segunda instancia proferido en enero por el Consejo de Estado, el cual dejó sin efecto la credencial de Caballito, como es conocido popularmente el saliente gobernante rosariense.
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Socha había tomado posesión el martes en la mañana ante la jueza primera promiscua municipal de Villa del Rosario, Malbis Ramírez Sarmiento, después de que el pasado jueves 17 de marzo quedara debidamente ejecutoriada la sentencia que sacó del cargo a Rangel Manrique.
Sin embargo, apenas un día después de juramentar como alcalde, un juzgado de Los Patios le puso freno al inicio de sus funciones, por considerar que no cumplió con uno de los requisitos principales, como era la entrega de la credencial que debía expedir el Tribunal.
Esta decisión se adoptó en respuesta a una acción de tutela instaurada por Rangel, quien alegaba la protección de su derecho al debido proceso.
La situación agitó nuevamente los ánimos en el municipio fronterizo desde el jueves, pues cuando Socha y su equipo de gobierno intentaron ingresar a la sede de la Alcaldía, no se lo permitieron y esto generó una acalorada discusión.
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La tensión llegó a tal punto que la Oficina de Talento Humano de la Alcaldía expidió una circular informando la suspensión de la atención al público entre las 2:00 y las 6:00 de la tarde, “con el fin de evitar alteraciones del orden público dentro de las instalaciones”.
En la noche, después de una extensa reunión con sus abogados, el dos veces alcalde salió a entregar un parte de tranquilidad a sus seguidores y a pedirles que mantuvieran la calma, porque aseguró que lo sucedido no afectaba en nada su posesión y que lo que restaba era esperar que le entregaran la credencial.
Caballito intentó tomar el control del despacho
Los ánimos volvieron a caldearse ayer en la mañana, luego de que el propio Eugenio Rangel Manrique se presentara a primera hora del día en la Alcaldía para tomar posesión del despacho.
Aunque ya era de público conocimiento que la sentencia que dejó sin efecto su elección, por cuenta de 65 votos que obtuvo en una mesa en la que un sobrino suyo participó como jurado de votación, estaba debidamente ejecutoriada, Rangel se presentó en el Palacio Municipal y hasta fotografías se tomó junto a un grupo de funcionarios con los que venía trabajando.
No obstante, unas horas después, y por recomendación de sus propios asesores, Caballito salió de la Alcaldía, acompañado hasta de la Policía que tuvo que hacer presencia en el lugar.
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La Opinión intentó comunicarse en repetidas oportunidades con el abogado defensor de Rangel, César Valero, para conocer las razones por las cuales su defendido se presentó nuevamente en la Alcaldía, pero este nunca respondió, así como tampoco Caballito.
En entrevista con una emisora local, ayer en la mañana, Valero había dicho que hasta ese momento el alcalde de Villa del Rosario seguía siendo Eugenio Rangel. “Eso es lógica jurídica”, dijo.
Este acto fue reprochado por Socha, quien informó que denunció a su antecesor ante la Fiscalía por haber entrado al despacho, a sabiendas de que ya no era el alcalde.
El mandatario anunció que superada ya la situación, continuará con el proceso de empalme y que las anomalías encontradas en los diferentes despachos serán denunciadas ante las autoridades respectivas.
La puja por el primer cargo de Villa del Rosario comenzó desde la misma noche de la elección, en 2019, pues a los dos candidatos (Rangel y Socha), apenas los separaron 70 votos. Desde entonces, Socha emprendió una insistente batalla por reversar el resultado y dos años después lo consiguió.
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