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Política
Si el Eln no aprovecha esta oportunidad quedará reducido a banda criminal: Pearl
El negociador del Gobierno en los diálogos dio a La Opinión otros detalles sobre este proceso.
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Lucy Araque
Lucy Araque
Sábado, 2 de Abril de 2016

Dos años después de unos diálogos exploratorios y secretos que se mantuvieron fuera del país, mientras en Colombia esta guerrilla, la segunda más antigua, intensificaba su escalada violenta contra la infraestructura petrolera y la población civil, el Gobierno y el Ejército de Liberación Nacional (Eln) decidieron esta semana dar el siguiente paso e iniciar un proceso público de negociación.

Aunque esta nueva etapa abre la posibilidad de concebir la verdadera paz para Colombia, los hechos que antecedieron el anuncio oficial, como el cobro por el secuestro del alto consejero para la Provincia de Ocaña, Ramón José Cabrales, generaron un sinsabor frente a la verdadera voluntad del grupo armado ilegal.

No obstante, desde el Gobierno se muestran optimistas frente a la disposición de la guerrilla, toda vez que, al igual que lo han dicho con las Farc, creen que esta es la última oportunidad para llegar a un acuerdo de paz por medio del diálogo.

En entrevista con La Opinión, el jefe de la delegación del Gobierno para este nuevo proceso, Frank Pearl, entregó detalles de lo que serán las conversaciones con el Eln.

¿Qué pueden esperar los nortesantandereanos de este  proceso de paz con una de la guerrilla que más daño le ha causado al departamento?

Pueden esperar el desarrollo de una agenda seria y construida con cuidado. Una agenda que está acordada y que no permitirá sorpresas, a través de la cual plasmamos cambios concretos para erradicar la violencia de la política y poder implementar unos planes y programas que cambien para bien las condiciones de vida de las personas que más han sufrido.

La prioridad en este proceso va a ser la participación ciudadana. ¿De qué forma se vincularán  las comunidades a la mesa?

Esto es algo que tenemos que definir en la fase pública  y así está previsto en la agenda. Las dos delegaciones serán las que definirán ese tema.

La infraestructura petrolera ha sido uno de los principales objetivos del Eln en este departamento. ¿Habrá, en el corto plazo, un respiro para este sector?

Lo que todos los colombianos esperaríamos es que en la medida que avance la fase pública, el Eln haga unas acciones concretas que le muestren a la gente que realmente están comprometidos con la paz.

¿Será posible con el Eln una ‘humanización de la guerra’ antes de llegar a un acuerdo final, como se dio con las Farc?

Eso depende de, en qué medida avanza el proceso, y cómo se dé, pero obviamente ese sería el objetivo.

El hecho de que el Eln hubiera cobrado por la liberación de Ramón José Cabrales y tan solo unos días después se anunciara el inicio de los diálogos, generó duras críticas. ¿Hay alguna condición para que esto no vuelva a ocurrir en medio del proceso?

Todos los colombianos creemos que el secuestro es un crimen abominable, que no tiene ninguna justificación y en ese sentido, lo que nosotros esperamos es lo que expresó el presidente al hacer el anuncio de apertura de los diálogos (que entreguen todos los secuestrados). En ese tema estaremos trabajando en las próximas semanas.

¿Los acuerdos sobre  participación en política, lucha contra las drogas y las víctimas, tendrán el mismo sustento que los de las Farc?

Las delegaciones estudiarán los temas en los cuales se puede aprovechar los avances que se han logrado en La Habana. Habrá que armonizar los tiempos, la manera, los mecanismos, entre otros detalles.

¿Si con las Farc el punto de tierras fue uno de los más sensibles, con el Eln lo será el de la explotación minero-energética y los recursos naturales?

Este punto no está en la agenda.

El fundador y director de La Opinión, Eustorgio Colmenares Baptista, fue víctima del Eln y su crimen elevado a delito de lesa humanidad. ¿Garantiza el Gobierno que en estos casos no habrá impunidad?

La visión del Gobierno sobre el tema de justicia ya está plasmada en los acuerdos de La Habana y ahí quedó absolutamente claro que los crímenes y delitos de lesa humanidad no serán objeto ni de indulto ni de amnistía.

¿Qué garantías le da a este proceso desarrollar los diálogos en varios países?

Nosotros venimos trabajando realmente ya en tres países: Ecuador, Brasil y Venezuela. Tomar un avión tres horas, cinco horas, da igual. Queríamos agregar a Cuba, porque creemos que es posible que haya una convergencia al final en ese país. Nos quedaba por fuera Chile, que es un país que nos ha acompañado dentro del grupo de cinco, entonces, lo incluimos. Además, Noruega queda como garante de este proceso.

Cuando dice convergencia, ¿se refiere a que en algún momento se van a unir las dos mesas de diálogos..?

Hay dos mesas distintas, una con el Eln y otra con las Farc, pero hay solo un proceso para poner fin al conflicto y crear las condiciones para la construcción de la paz. Son dos mesas independientes, sin embargo, en la mesa con el Eln se harán las coordinaciones a las que haya lugar frente a lo que ya se acordó con las Farc.

¿Por qué Venezuela, si para muchos este no es un país neutral?

Cada país tiene su agenda interna y diplomática. Eso no quiere decir que no se pueda buscar apoyo dentro de la región para terminar el conflicto armado, que es el objetivo común.

¿Qué garantiza que en esta oportunidad el Eln sí irá hasta el final en la búsqueda de una salida negociada al conflicto?

Hasta que no lleguemos al final no lo habremos logrado, pero lo que pasa es que hoy las condiciones son distintas. Las guerrillas saben que su existencia en el mundo de hoy es anacrónica, que están mandadas a recoger.

Los ciudadanos queremos una democracia donde dirimamos las diferencias con respeto y de manera constructiva, sin violencia. Saben que están en el momento de dar el tránsito a la legalidad y tendrían incentivos para aprovechar. Si el Eln no aprovecha esta oportunidad quedará reducida como una banda criminal, porque después, probablemente, no habrá otra oportunidad.

Por la experiencia que han adquirido con las Farc, ¿creen que este nuevo proceso podrá ser más corto?

El compromiso que nosotros tenemos es cumplir lo que dice la agenda y es que vamos a desarrollarla con celeridad y rigurosidad. En eso es en lo que tenemos que empeñarnos. Pero, poner unos plazos no es real.

¿Cuál es ese error que se ha cometido con las Farc, que intentarán no repetir con el Eln?

Lo que pasa es que el Eln y las Farc son organizaciones distintas y pretender hacer dos procesos idénticos sería una equivocación. La clave es que aquí hemos construido conjuntamente un acuerdo que refleja la identidad del Eln, dentro de los lineamientos que el Gobierno considera que son las condiciones necesarias para poner fin al conflicto.

¿Qué van a hacer mientras se sientan formalmente a la mesa?

Tres cosas: estamos trabajando en los protocolos de seguridad y los temas jurídicos. En segundo lugar, estamos trabajando en la conformación del fondo que va a financiar los gastos del Eln y estamos resolviendo los temas humanitarios a los cuales hizo referencia el presidente (secuestros).

¿En cuál país empezarán los ciclos de negociación?

Ecuador.

¿Los gastos de este proceso los asume el Estado, es decir, los colombianos?   

Los gastos del Eln, de los traslados y todo lo que implique su movilización y presencia en la mesa de diálogos, no van a correr por cuenta del Gobierno colombiano. Eso no lo vamos a pagar los colombianos.
Lo va a pagar un fondo con recursos de cooperación internacional.

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