Usando una expresión en boga por estos días, a propósito del Mundial de Qatar, se podría decir que el gobierno de Gustavo Petro ganó por goleada en el primer periodo de sesiones del Congreso de su mandato, pues logró sacar adelante casi todo lo que se propuso y en tiempo récord, pues ni siquiera necesitará sesiones extras como tradicionalmente hacen los gobiernos para esta época.

Petro, un viejo conocido del funcionamiento del Congreso (estuvo allí hasta julio en condición de Senador), logró consolidar una coalición política muy fuerte, con la que aseguró gobernabilidad y el apoyo de partidos que hasta junio habían sido sus férreos opositores como los conservadores, La U y una parte del liberalismo.

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El mandatario consolidó una coalición fundamentada en los partidos de la izquierda como la coalición del Pacto Histórico, la Alianza Verde, Comunes (ex Farc), independientes de Centro, sumados a los de derecha ya mencionados.

Con ese apoyo Petro tiene mayorías suficientes en el Senado y la Cámara, en donde le enfrenta una oposición que no es tan fuerte o al menos tan combativa como la tuvo que enfrentar durante su gobierno Iván Duque. Hoy el jefe del Estado tiene al Centro Democrático, parte de Cambio Radical y la excandidata vicepresidencial Marelen Castillo, en ese bando de oposición.

El primer triunfo que tuvo el nuevo gobierno fue la aprobación de la Ley del Tratado de Escazú, la cual fue uno de los ejes de controversia que tuvo el expresidente Iván Duque, porque pese a que la presentó y se comprometió a apoyarla, los partidos que hacían parte de su bancada se opusieron a su aprobación.

Pero por ahora han sido dos las grandes victorias de Petro. La primera fue la reforma tributaria, la reforma  que con más recursos se haya aprobado en el Congreso en los últimos años, al menos 20 billones para adelantar sus programas sociales. Su trámite se dio entre julio y noviembre, aprobado por amplias mayorías pese a que creó nuevos impuestos.

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Hace cuatro años el trámite de la primera reforma tributaria de Duque para esta época apenas se iba a votar en las plenarias y se tuvo que convocar a sesiones extra, reforma que meses después se caería en su revisión de constitucionalidad.

El otro éxito fue la aprobación de Ley de Orden Público o Ley de Paz Total, con la cual Petro recibió del Congreso las normas para que puedan adelantar las conversaciones con todos los grupos armados ilegales que hay en el país.

No menos importante fue la aprobación de dos leyes económicas claves, el presupuesto general de la nación para 2023, el primero que fue presentado por su administración y que será de $405 billones, el cual será adicionado en el primer semestre del año con el dinero que se espera recaudar de la tributaria.

Y aunque el jefe del Estado ganó la elección siendo muy crítico a la exploración petrolera y carbonífera, el Congreso aprobó la ley del presupuesto bianual de regalías, la más alta de la historia, por un monto de $31,3 billones, dinero que si bien se invertirá con mayor destinación y manejo de las regiones, el Ejecutivo tendrá un gran énfasis en decir las obras a aprobar.

Las reformas constitucionales

La apuesta legislativa del mandatario también estuvo en varias reformas a la Constitución Política, las cuales deberán quedar aprobadas en su primera vuelta, máximo el próximo viernes 16 de diciembre, último día de sesiones ordinarias.

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Ya alcanzó sus primeros cuatro debates la enmienda constitucional que declara a los campesinos colombianos como sujetos de derechos de especial protección. Esto es con el fin de poder garantizar mayor acceso a temas de salud, educación e inversión a los habitantes del campo colombiano.

También tuvo votación en primera vuelta la reforma constitucional que crea la Corte Agraria, con la cual se busca que desde esa instancia judicial se puedan dirimir todos los procesos que se tienen sobre tierras y que han impedido el acceso de los campesinos al uso de la tierra.

A la tercera, la reforma política, tan sólo le resta para ser aprobada en primera vuelta su discusión en la Cámara de Representantes desde el lunes, un texto en el que el gobierno espera que se apruebe entre otros que los congresistas sean ministros, el transfuguismo por una sola vez, las listas cerradas, las listas paritarias, entre los principales temas.

El único gol en contra, por decirlo así, fue la reforma al Código Nacional Electoral, ley que presentó el presidente Petro, pero que con el paso de los días su texto fue recogiendo muchas críticas porque a la misma se le incluyeron temas que no hicieron parte de la reforma que se hundió en el gobierno Duque por mal trámite.

Y hubo más

Pero como si fuera poco, la administración Petro espera cerrar el periodo legislativo con otro triunfo, la ley por medio de la cual se crea el Ministerio de la Igualdad y la Equidad, una promesa de campaña que será el escenario principal de trabajo que tendrá la vicepresidente de la República, Francia Márquez.

La ley en su trámite en la plenaria del Senado fue centro de duras críticas de la oposición, en particular de la senador uribista María Fernanda Cabal, quien aseguró que el ministerio era para la “emperatriz Francia”, quien espera el mismo para convertirlo en un centro de burocracia.

El proyecto se espera que sea votado a más tardar este miércoles en la Cámara, para así lograr su paso a la sanción del presidente Gustavo Petro antes de finalizar el año para que muy rápido en 2023 ya se tenga la nueva institucionalidad.

Y para cerrar victorioso, el presidente puede sumar que la moción de censura que se tramitó por parte de la oposición a su ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, porque supuestamente con sus declaraciones generó pánico económico, desconoce el sector, entre otras acusaciones, fracasó por completo en la Cámara de Representantes.

Al mirar el álbum de los recursos legislativos la historia muestra que hace cuatro años el balance del entonces presidente Iván Duque no fue tan positivo al punto que su reforma constitucional a la justicia, que anunció en su discurso de posesión ya se había hundido y la reforma tributaria se tramitó mal y luego se caería.

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