El exviceministro Rafael Nieto Loaiza hace parte de la baraja de precandidatos del Partido Centro Democrático a la Presidencia de Colombia. 

La semana pasada estuvo en Cúcuta exponiendo sus propuestas de gobierno, sobre todo en lo correspondiente a las zonas fronterizas, entre las cuales la de Cúcuta presenta una situación especial, con problemas difíciles.

Sobre su proyecto político, las apuestas del uribismo para 2018 y el panorama del acuerdo de paz con las Farc  habló Nieto Loaiza con La Opinión.

¿Cómo está el ambiente entre los precandidatos del Centro Democrático a la Presidencia?

Son las tensiones propias por las diferencias que puedan surgir, pero las relaciones siempre son respetuosas.  Tomamos en cuenta lo que sea más conveniente para el Centro Democrático. 

¿Qué tantas diferencias hay entre los cinco, con respecto al enfoque de los problemas del país?

Tenemos más coincidencias que diferencias. En lo estructural tenemos puntos de vista semejantes en  lo  que respecta al acuerdo con las Farc, la lucha contra la corrupción, la seguridad y el manejo de la economía.

¿Cómo ve el desarrollo del proceso electoral que ya está en curso?

Creo que es prematuro hacer un análisis de fondo sobre lo que va a ocurrir. Hay muchísimos precandidatos y no cabe la menor duda de que al principio del próximo año habrá muchísimos menos. La mayoría se quedará en el camino. 

Pero, ¿cómo se imagina esa lucha de fuerzas, teniendo en cuenta que esto definitivamente será un asunto de coaliciones?

En primer lugar, creo que el santismo y la izquierda votarán contra el Centro Democrático. Nosotros tenemos que hacer una alianza, incluyendo a los que estuvieron por el ‘No’, para la primera vuelta. Hay que sumarles los que estuvieron por el ‘Sí’ o se abstuvieron, advertidos ahora que las amenazas  que habíamos señalado en los acuerdos contra la democracia y la sociedad colombiana son reales. Sabemos también que Germán Vargas Lleras tendrá dificultades para llegar solo a la segunda vuelta. Todos los partidos y movimientos la tendrán muy difícil si no hacen alianzas y coaliciones. Las parlamentarias van a ser fundamentales en este proceso y en lo que al Centro Democrático respecta esperamos tener la mayoría en el Congreso.

¿Considera viable o posible que el Centro Democrático sacrifique a uno de los suyos para abrirle espacio a una candidatura definitiva de Germán Vargas Lleras?

No hay ninguna posibilidad de que tal cosa ocurra. El Centro Democrático va a tener candidato y aspira además a que este sea candidato de la coalición y pretende ganar en primera vuelta. La fórmula vicepresidencial no será la de Vargas Lleras. Mucho menos cabe la posibilidad de que seamos fórmula vicepresidencial con Vargas Lleras a la cabeza. Tal cosa no va a ocurrir.

¿Cuál cree que puede ser el panorama de Óscar Iván Zuluaga, luego del archivo de su investigación?

Nos alegramos por el archivo de la investigación a Óscar Iván Zuluaga en el Consejo Nacional Electoral. Advertimos, sin embargo, que hay unos pronunciamientos de la Procuraduría y la Fiscalía señalando que siguen unas investigaciones adicionales, Confiamos en el criterio patriótico de Óscar Iván y estamos seguros de que tomará la decisión correcta para Colombia, para el partido y para él.

¿En qué línea ideológica se pude ubicar hoy al Centro Democrático?

Una unidad en la cual convergen personas de distintos orígenes partidistas, conservadores y liberales alineados en torno a una doctrina que defiende los principios de la democracia republicana y por republicano no me refiero a los del partido de Estados Unidos sino a una idea de república como Estado de derecho, imperio de la ley, sistemas de pesos y contrapesos entre las distintas ramas del poder público, gobierno de mayorías con respeto a las minorías y una apuesta decidida por la economía de libre mercado con una clara vocación social.

¿Cómo van a decidir los candidatos al Congreso?

No está claro todavía. Hay una cierta inclinación mayoritaria para que las listas de Cámara sean abiertas y con respecto a Senado la propuesta es que la lista sea cerrada.

¿Se ve de candidato del Centro Democrático a la Presidencia?

Me veo candidato del Centro Democrático y de la coalición que se debe formar para la primera vuelta y, dicho con humildad, me veo presidente de la República.

Acuerdo de paz

¿Usted también piensa que si el Centro Democrático gana las elecciones hará trizas el acuerdo con las Farc?

No comparto esa intención, a pesar de que el acuerdo carece de legitimidad, pues en el  plebiscito el pueblo lo rechazó. Dicho esto, pienso que es mejor que esos 8.000 bandidos de las Farc sigan echando discursos y no se vuelvan al monte a echar bala. Lo que sí creo es que se deben hacer cambios sustantivos en relación con los contenidos del acuerdo. Hay que desmontar los incentivos perversos al narcotráfico. Hay que eliminar lo que pone en peligro la propiedad privada. Hay que acabar el cogobierno de las Farc. No se pueden admitir los privilegios concedidos a las Farc, que rompen el principio de igualdad frente a la ley.

¿Por qué considera bueno el acuerdo del expresidente  Álvaro Uribe con los paramilitares y descalifica el de Juan Manuel Santos con las Farc?

Porque el acuerdo con las Farc tiene un conjunto de privilegios que no se concedieron a los paramilitares. Los paramilitares tuvieron que pagar de 5 a 8 años de cárcel. Aquí se hizo una amnistía y un indulto generales para las Farc y solamente los menos responsables de crímenes internacionales y crímenes de guerra van a tener penas. En el caso de los paramilitares eran penas privativas de la libertad. Con las Farc son penas simbólicas. Los paramilitares no recuperaron ningún derecho político. En cambio, con las Farc se permite no solamente la participación en política sino que la hagan los responsables de crímenes de lesa humanidad. Con los paramilitares no había amenaza para miembros de la Fuerza Pública y hoy la jurisdicción de paz está diseñada para dejar en impunidad real los crímenes de las Farc y en cambio  perseguir a los responsables eventuales de delitos militares y policivos en casos de civiles. A los paramilitares no se les prohibió la extradición, a las Farc sí.

¿Cree que si se le hubieran cerrado las posibilidades políticas a las Farc se habría llegado al acuerdo de paz?

Creo que se debe permitir a las Farc hacer política, aunque no me gusta, porque teniendo 52 años de crímenes a sus espaldas pueden entrar en ese ejercicio como los ciudadanos que nunca hemos delinquido. Las Farc quedan con privilegios políticos excesivos que no tienen los colombianos sometidos al cumplimiento de la ley. Nunca estaré de acuerdo que tengan un conjunto de derechos y beneficios que nosotros no tenemos.

Pero, los paramilitares llegaron al Congreso y a posiciones de gobierno a través de dirigentes políticos que los representaban…

Esa fue una historia infame, pero la respuesta de la sociedad y el Estado fue completamente distinta. A los parapolíticos se les investigó y se les condenó. En cambio, a los farcpolíticos y a las Farc no les pasó lo mismo.

¿Cree que en el caso de los paramilitares, ciertamente, se hizo justicia?

Los parapolíticos fueron purgados del Congreso y todos terminaron pagando penas privativas de la libertad. En algunos casos fueron extraditados. De manera que aunque no era la justicia deseable, ni proporcional, sií hubo justicia. En el caso de las Farc hay impunidad.