El lanzamiento, esta semana, de La Fuerza de la Paz, el partido del presidente del Senado, Roy Barreras, dejó en evidencia dos situaciones que, sin duda, serán determinantes en la campaña electoral que se avecina: el poder de convocatoria del varias veces congresista y el malestar que genera cada día más al interior del Pacto Histórico, la coalición por la que se eligió en marzo de 2022.
Y es que en medio de la presentación de la colectividad con la que se medirá en las elecciones locales y regionales de octubre, Barreras hizo pública una larga lista de nombres de precandidatos que tendrían el aval para alcaldías y gobernaciones, y que no cayeron muy bien entre los sectores alternativos que acompañan al presidente Gustavo Petro.
La incomodidad se hizo más grande, pues el presidente del Senado dijo que están listos para someterse al mecanismo de consulta que se defina y medirse con los candidatos de los demás partidos del Pacto Histórico.
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“Los mecanismos de consulta, consenso o encuestas permitirán, idealmente, tener candidatos o candidatas únicos del Pacto Histórico en las elecciones regionales. El Pacto ganará en octubre en las elecciones refrendando nuestro mandato popular por el cambio, hacia un país más justo y en paz”, señaló el dirigente, el martes, en el lanzamiento de su partido.
Esto generó la reacción inmediata del Comité Político Nacional del Pacto Histórico, que advirtió que los nombres de quienes aspiren a llevar el logo de esa coalición y la representación oficial en los comicios de este año, bien sea como candidatos propios o en coalición, “tendrán que ser consideradas y aprobadas por el Pacto en cada territorio, y a la vez por el Comité Nacional, responsable de expedir los avales por medio de las representaciones legales de los partidos”.
Las directivas de esta alianza de partidos recordaron que avanzan en la preparación de la campaña, toda vez que el propósito que se han trazado para esta nueva contienda es participar de manera “unitaria” como coalición, teniendo en cuenta los resultados que obtuvieron en las elecciones de Congreso y las presidenciales del año pasado.
“El Pacto Histórico no cuenta todavía con ninguna candidatura oficial a cargo uninominal o corporación pública en municipio o departamento del país”, manifestaron en un comunicado.
Allí insisten en que los aspirantes que los representarán en las urnas, “van a liderar desde los territorios, junto a la más amplia participación ciudadana, el respaldo a las reformas sociales que como mandato popular han presentado al Congreso, el gobierno del presidente Gustavo Petro y la vicepresidenta Francia Márquez”.
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El destape anticipado de Roy Barreras produjo además un remezón al interior de su propio partido, pues esta misma semana la vicepresidenta de La Fuerza de la Paz, Gloria Arizabaleta, decidió renunciar a esa dignidad y seguir como militante del Pacto.
“Ante apoyos de posibles avales anunciados por el presidente del Congreso y partido La Fuerza de la Paz, Roy Barreras, y para tener independencia y ser coherente con los principios del Gobierno del cambio, anuncio mi renuncia a la vicepresidencia del partido La Fuerza de la Paz, mismo del cual soy fundadora”, manifestó la también representante a la Cámara.
El ruido que ha generado la inclusión de algunos nombres en la lista de posibles avalados por su partido llevó al presidente del Senado a dar explicaciones y salir a calmar las aguas que se agitaron en el Pacto Histórico.
“Hay nombres sobre los que se especula como candidatos regionales, pero que no han decidido su participación. Tal es el caso de Dilian Toro, Tulio Gómez, Óscar Gamboa o la gran comunicadora Mabel Lara, con quienes hemos hablado para que se animen a participar”, señaló.
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