Reconstruir la verdad de lo que ha significado el conflicto en Colombia durante seis décadas implica también el desafío de lograr que lo que sucedió no se siga repitiendo y que los factores desencadenantes del derramamiento de sangre se puedan detener.
De ahí que el legado de la Comisión de la Verdad es dejar sobre la mesa una serie de recomendaciones con el fin de “contribuir a definir una agenda de futuro para avanzar en un diálogo sobre las transformaciones necesarias en el país y para poner fin a las confrontaciones armadas que persisten”.
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Dice el Informe que para la elaboración de dichas recomendaciones se tuvieron en cuenta los avances y desafíos de la implementación del Acuerdo de Paz de La Habana, así como más de 10.000 propuestas que recibieron en los espacios de diálogo públicos y privados, y en informes y casos que les entregaron durante todo este tiempo.
“Las recomendaciones analizadas fueron propuestas por víctimas, organizaciones de la sociedad civil, organizaciones de mujeres, de disidencias sexuales y de género, niños, niñas, adolescentes y jóvenes, pueblos étnicos, excombatientes de todos los grupos, iglesias, integrantes de la fuerza pública, empresarios y empresarias, periodistas e instituciones del Estado de todo el territorio nacional”, señaló la Comisión.
Las propuestas fueron condensadas en ocho bloques: construcción de paz como proyecto nacional, víctimas, régimen político y participación, narcotráfico, impunidad, seguridad, paz territorial y cultura para la paz y educación.
A continuación, algunas de las principales recomendaciones que deja la Comisión:
-Avanzar en la construcción de la paz como un proyecto nacional: la Comisión recomienda honrar los compromisos asumidos en el Acuerdo de Paz, poner fin de manera definitiva a la confrontación armada, avanzar en la reincorporación social y económica de los integrantes de las Farc con garantías de seguridad, retomar los diálogos de paz con el Eln y crear un ministerio que lidere los asuntos de paz, reconciliación, atención a víctimas y reintegración.
-Garantizar la reparación integral, la construcción de memoria, la rehabilitación y el reconocimiento de la dignidad de las víctimas y de responsabilidades.
-Crear un pacto político nacional entre todos los sectores de la sociedad para promover diálogos locales y regionales que incentiven la participación de los diversos sectores sobre los intereses y el rol que estos han desempeñado en el conflicto armado, y rechazar definitivamente la violencia como medio de resolución de conflictos.
-Impulsar una reforma política a mediano plazo, que tenga en cuenta las propuestas hechas por la Misión Especial Electoral creada en el marco de la implementación del Acuerdo de Paz.
-Para enfrentar los impactos del narcotráfico y la política de drogas, que han sido un factor de persistencia del conflicto y de la violencia en Colombia, además de ser el más grande obstáculo para avanzar en la construcción de paz, la Comisión recomienda un cambio sustancial en esta política en el mediano plazo, lo que quiere decir, la regulación del mercado de drogas.
-Justicia: las recomendaciones se centran en cuatro aspectos fundamentales para luchar contra la impunidad de las violaciones a los Derechos Humanos y al Derecho Internacional Humanitario, y del esclarecimiento de entramados de criminalidad. Estos son: la independencia de los entes encargados del esclarecimiento judicial; los ajustes de las metodologías de investigación; la creación de un mecanismo independiente de apoyo a la investigación; y la limitación de la extradición para garantizar la satisfacción de los derechos de las víctimas.
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